Mas sustituye a Jordi Pujol como presidente de Convergència i Unió

Los nacionalistas catalanes consumaron ayer el relevo generacional y de liderazgo en el seno de Convergència i Unió (CiU) al nombrar a Artur Mas presidente de la federación en sustitución del carismático Jordi Pujol, que pasa a ser presidente fundador. Como secretario general continuará el líder democristiano Josep Antoni Duran Lleida y como adjunto y, por tanto número tres de CiU, se sitúa Xavier Trias, que ve así de cara las municipales de 2007, en las que repetirá como candidato a la alcaldía de Barcelona.

El pacto de federación que Unió Democràtica y Convergència Democràtica suscribieron en abril de 2001 obligaba a ambos partidos a celebrar una conferencia nacional a finales de 2004 para convertir a CiU en una sola fuerza política. Pero ese espíritu inicial se evaporó cuando ambos partidos se sentaron por primera vez en la mesa de negociación para redactar los dos documentos -político y organizativo- que hoy se aprobarán en esta conferencia, que ayer se inició en la ciudad de Tarragona. Mientras los convergentes insistían en iniciar un proceso gradual hacia la fusión, los democristianos apostaban por la continuidad y dejar las cosas como estaban.

Pocas novedades, por tanto, generará esta conferencia nacional -con el lema Volver a ganar. Volver a gobernar-, a parte de los ya mencionados relevos en la cúpula, por otra parte lógicos dado que Mas ya fue en las pasadas autonómicas el candidato a la presidencia de la Generalitat y, en la práctica, ya ejercía como número uno de la federación. La principal novedad es el nombramiento de Trias como secretario general adjunto después de que otros dos candidatos (ambos vicesecretarios generales de Convergència) le dieran un portazo a Mas y rechazaran este cargo. Trias, anterior portavoz de CiU en el Congreso y actual presidente del grupo municipal de Barcelona, dispondrá de otra plataforma política y propagandística de cara a las municipales de 2007. Un nombramiento necesario para CiU pues, como admitió ayer Duran, "Barcelona continúa siendo la asignatura pendiente" de la federación.

23 ejecutivos

En la futura ejecutiva de CiU se sentarán 23 personas por lo que por primera vez se rompe la paridad de miembros de cada partido. Los convergentes dispondrán de una silla más en la ejecutiva, que estará ocupada por Pujol, presidente fundador. En sus manos estará desempatar las votaciones -hasta ahora inexistente-, una prerrogativa que antes ya tenía Pujol al disponer del voto de calidad.

Unió ha preferido la continuidad para designar a sus representantes en la ejecutiva, en la que estarán dirigentes como Duran, el diputado Josep Sánchez Llibre o el senador Jordi Casas. No así Convergència, que ya inició la renovación en su congreso de julio. De los 12 miembros de CDC, sólo Trias pertenece al sector histórico del partido. El resto son dirigentes que han escalado posiciones en paralelo a Mas. La mayoría están adscritos al sector soberanista, que apuesta por tender puentes con Esquerra Republicana. Entre las nuevas incorporaciones figuran dos personas de la máxima confianza de Mas, como son David Madí -ex secretario de comunicación del Gobierno catalán que dimitió por el escándalo de las encuestas manipuladas- y Oriol Pujol, hijo del ex presidente de la Generalitat. Del sector no soberanista están el portavoz en el Senado, Pere Macias, y el ex consejero de Trabajo Antoni Fernández Teixidó.

En el plano ideológico, los dos partidos obvian los asuntos que les distancian, como la Constitución europea o el matrimonio entre homosexuales. Los 29 folios de la ponencia política son una retahíla de propósitos como continuar ocupando la centralidad política o recuperar la Generalitat.