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Reportaje:

Un año de 'glamour' y veleros

La regata Copa del América hace balance de su primer año en Valencia, sede de la competición en 2007

La gente de la America's Cup Management (ACM), la compañía organizadora de la regata Copa del América, es generosa. A menudo encuentra un motivo para reunir a los medios de comunicación valencianos, invitarles a almorzar, intercambiar impresiones y echar unas risas. Todo esto al calor de unos chipirones, esgarraet y las ineludibles raciones de arroces de diversos tipos. Vino blanco y tinto en La Rosa, en Las Arenas. Y Möet Chandon, claro, que para eso el gigante Louis Vuitton, conglomerado de marcas de lujo, patrocina la competición previa, la que enfrenta a todos los desafiantes al suizo Alinghi, el defensor del trofeo.

En torno a la Copa del América, competición singular -el último ganador es quien organiza la siguiente edición, elige la sede e incluso modifica el reglamento-, hay un montón de historias. Está la bella camarera austriaca que trabaja en la carpa del Oracle instalada en el Club Náutico de Valencia; está la encantadora delegada de Louis Vuitton para la regata, Christine, la misma que en su lujoso ático del centro de Valencia organiza cenas informales; y está el francés Jean Galfione, el pertiguista campeón olímpico que ahora es el preparador físico de la tripulación del K-Challenge, uno de los equipos galos que competirá en 2007. Uno se pone a rascar y sale de todo. Sale que Marcus Hutchinson, el jefe de prensa de ACM, fue el asesor deportivo de Mike Golding, el británico que aspira a ganar la Vendée Globe, la vuelta al mundo sin escalas ni asistencia para navegantes solitarios, la regata oceánica más dura de cuantas se celebran: más de tres meses solo en la mar, expuesto a borrascas, olas enormes, hambre, sueño y una humedad insoportable. La antítesis de la Copa del América, barco contra barco, regatas nerviosas, pura intuición y reflejos, glamour. Golding puede fumarse un cigarrito en las oscuras aguas del Atlántico, tal y como hacía el primer hombre que circunnavegó el planeta, su compatriota Knox-Johnston, leyenda entre los navegantes solitarios. Un tripulante copa américa se enciende un pitillo y lo tiran al agua por la borda. La Copa del América es otra historia, es la fórmula 1 de la vela. Nervios, tensión y ajetreo.

La ACM lo tiene todo controlado. Sabe que de las más de 5.000 informaciones que se han publicado sobre la regata desde que Valencia fuera elegida sede, hace hoy justo un año, la prensa valenciana ha publicado unas 2.400. Y sabe que el Consorcio Valencia 2007 está volcado en la prueba, en cumplir con todos los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento de la ciudad y la organización. Con todos. Y esto supone un alivio, claro.

La ACM hizo ayer balance de su primer año en España y de las primeras regatas de preparación con vistas a 2007, disputadas en Marsella y Valencia. "Las expectativas se han cubierto", afirma Daniel Herrera, director de comunicación de la compañía suiza. "Queda mucho por hacer y mejorar. Sólo hemos enseñado un 10% de lo que ocurrirá dentro de tres años. Nuestro principal objetivo es acercar la competición al público, y esto podemos lograrlo a través de los medios audiovisuales. En este sentido, la tecnología nos va a ayudar mucho. De momento, hemos tenido la oportunidad de demostrar lo que es un mundo único, el glamour y todo eso. No podemos decepcionar a la gente".

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