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Entrevista:ÁLVARO SALVADOR | Poeta | Signos

"Creo que es más urgente que nunca el insistir sobre los sentimientos y los valores"

El poeta Álvaro Salvador (Granada, 1950) impulsó junto a Luis García Montero y Javier Egea la llamada Otra Sentimentalidad. Sus concepciones sobre la poesía y el mundo no sólo sedujeron a su generación, sino que llegaron a convertirse en la corriente mayoritaria de la poesía española. Hoy Álvaro Salvador, además de un poeta considerable, es catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Granada, y autor de ensayos galardonados dentro y fuera de nuestro país. Su último trabajo ha sido la elaboración, junto a Anthony Geist, de la antología Cartografía poética (Renacimiento, 2004). Esta semana ha participado en el encuentro España en el corazón de Neruda, en homenaje al poeta chileno.

Pregunta. ¿Existe comunicación entre las dos orillas del Atlántico?

Respuesta. Podemos decir que se está restableciendo. Ha habido una época, casi dos décadas, en que esa comunicación era prácticamente inexistente, entre otras cosas porque las poéticas eran muy diferentes, pero en los últimos años se está restableciendo y comienzan a conocerse las obras de los autores más jóvenes hispanoamericanos en España y las nuestras en América.

P. ¿En qué consiste el seminario sobre Pablo Neruda?

R. Es básicamente un homenaje y un recordatorio de su poesía, recordatorio que es también académico, es decir, desarrollado a través de seis conferencias que dictan tres especialistas extranjeros: Alain Sicard, Luis Iñigo Madrigal y Aitana Alberti, junto con tres profesores de la Universidad de Granada: Luis García Montero, Juan Carlos Rodríguez y yo mismo. Además, hay una lectura de poemas de Neruda y la proyección del documental Las casas de Neruda, de Manuel Basoalto.

P. ¿Qué importancia tiene en América la figura del poeta chileno?

R. Enorme. Neruda en América es un poco como Rubén Darío, un poeta que durante unos años muy significativos supo representar a la cultura entera de América Latina, trascendiendo su propia obra. Quizá ese carácter simbólico ha perjudicado a la valoración actual de su poesía, pero cuando se le lee sin prejuicios ideológicos se aprecia fácilmente la enorme calidad que tiene.

P. ¿Y en España?

R. En España ocurre algo parecido, con el añadido de que existe una cierta simpatía por Neruda al asociarlo con la Generación del 27 y con el gran momento cultural de la II República. La influencia de Neruda en la poesía de posguerra fue muy notable, a pesar del franquismo y a pesar de lo mal estudiada que está. Tampoco se ha estudiado con detalle la relación de su poesía con las de Aleixandre, García Lorca y Miguel Hernández.

P. ¿Es Cartografía poética una antología?

R. En cierto modo sí, porque podemos entender que los poetas elegidos por los poetas/comentaristas serían una referencia constante en ellos, y por lo tanto podrían hablarnos de las distintas tradiciones poéticas que conviven en el momento actual de la poesía española. Además puede establecerse otra antología con los mismos poetas/comentaristas, ya que están representadas -y creo que aceptablemente- las distintas promociones españolas desde la del 50 hasta hoy.

P. Elige un poema de Javier Egea. ¿Está infravalorada su importancia en la poesía española del último tercio del siglo XX?

R. Para mí, sí. Basta con leer a Javier Egea y leer a continuación a bastantes de sus coetáneos canonizados por algunas de esas antologías imperfectas, además de por razones que tienen más que ver con el mercado editorial que con la calidad poética.

P. ¿Qué elecciones de otros autores le han sorprendido más?

R. Bueno, quizá el que Carlos Edmundo de Ory haya sido uno de los poetas más comentados. No es que Ory no merezca un lugar de protagonismo en la poesía española, pero creo que, proporcionalmente, el resultado de Cartografía es exagerado. Lo que sorprende también son ciertas ausencias de miembros de la Generación del 27, por ejemplo..., pero bueno lo explicamos en el prólogo.

P. ¿Qué queda de La Otra Sentimentalidad?

R. Yo creo que mucho. En un mundo como en el que estamos viviendo hoy, creo que nuestro programa es no sólo necesario todavía, sino también muy pertinente. Además, creo que las emociones tradicionales se están... no revolucionando, sino pervirtiendo. Basta con recordar las imágenes de la cárcel de Abu Ghraib con las mujeres/soldados infligiendo las torturas a los varones iraquíes y la sonrisa siniestra de la ¡secretaria de Estado! Condolezza Rice. Creo que la última utopía de la izquierda, la de una revolución producida por la "liberación" de la mujer, desaparece con esas imágenes. Creo que es más urgente que nunca el insistir sobre los sentimientos, los valores y las emociones...

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