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Un libro y tres discos recuperan la huella de Manifiesto Canción del Sur

El colectivo incluyó a Carlos Cano, Antonio Mata, Raúl Alcover y otros cantautores

Diego A. Manrique

Fernando González Lucini, tenaz investigador de la canción de autor, que él prefiere denominar "canción social", asegura que salda una deuda con De la memoria contra el olvido. El tomo recupera la obra de Manifiesto Canción del Sur, el poco reconocido movimiento musical que se desarrolló en Granada entre 1968 y 1976, y que incluyó a Carlos Cano, Antonio Mata, Raúl Alcover y otros cantautores granadinos. De la memoria contra el olvido contiene tres discos de este grupo de artistas que, excepto en el caso de Carlos Cano, cayó pronto en el olvido.

De la memoria contra el olvido, publicado por la Junta de Andalucía y Fundación Autor, contiene tres CD con grabaciones inéditas de, por orden de aparición, Nande Ferrer, Esteban Valdivielso, José María Agüi, Raúl Alcover, Miguel Ángel González, Ángel Luis Luque, Enrique Moratalla, Aurora Moreno, Antonio Mata y Carlos Cano.

El tomo, que saldrá a la venta esta misma semana, se presentará el martes en la Sociedad General de Autores, en Madrid.

Aunque es jienense, Fernando González Lucini no había profundizado en Manifiesto Canción del Sur hasta que, durante la presentación de uno de sus libros en Granada, oyó a Enrique Moratalla, cantautor y alto cargo de la Junta, quejarse de que lo que se había escrito al respecto era "parcial, falso e injusto". En el mismo acto, descubrió que el poeta Juan de Loxa, en sus labores de radiofonista y agitador cultural, había almacenado abundante documentación sobre el colectivo, incluyendo grabaciones en directo. Loxa guardaba incluso el testimonio en cinta de su visita, en compañía de Carlos Cano y Enrique Morente, a París: en 1972, la Unesco homenajeó allí a Lorca, evento que fue zancadilleado por el entonces embajador Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate.

En De la memoria contra el olvido, González Lucini sitúa a Manifiesto en el contexto de la nueva canción española. Una historia que se inicia en París a mediados de los cincuenta, cuando Paco Ibáñez pone música a versos de Góngora y Lorca. Granada, con su rica actividad poética, fue receptiva a aquellas propuestas. Loxa estaba convencido de la necesidad de transformar poemas en canciones: su fugaz revista, Poesía 70, hasta publicó textos de Luis Eduardo Aute y Joaquín Sabina (que todavía no ejercía de cantante). Estaba además el envite hecho por Rafael Alberti, con su Balada de los poetas andaluces de ahora.

Distanciamiento

La plataforma radiofónica de Juan de Loxa permitió que aquellas ocurrencias estudiantiles tuvieran un notable eco (el programa Poesía 70 fue suprimido en 1993, para hacer hueco -signo de los tiempos- a un espacio futbolístico de José María García). Los cantautores de Manifiesto difundieron mensajes andalucistas e izquierdistas hasta que, en 1976, se distanciaron a causa de sus diferentes opciones políticas y, más prosaicamente, la negativa de Carlos Cano, ya casado y con una hija, a repartir su caché entre compañeros menos solicitados.

Los tres discos que acompañan a De la memoria contra el olvido ayudan a explicar el olvido en que cayó aquella generación insurgente; Cano fue el único que prosperó como profesional. Falló la evolución sonora: así, los de Manifiesto no se aliaron, a pesar de referencias retóricas o puntuales cruces, con los renovadores del flamenco o con el naciente rock andaluz.

Antonio Mata, que ocupa el segundo CD, demostraba gratas maneras de Serrat andaluz. El Cano del tercer CD era un artista ácido, todavía ajeno a la tradición de la copla, que el propio Loxa reivindicaba en la memorable careta de Manifiesto Canción del Sur en Radio Popular. Este Carlos Cano, muy diferente del beatificado cantante de los noventa, estaba marcado por querencias surrealistas -"con el cadáver de mi abuela / voy a bailar"-, lo que compatibilizaba con canciones revolucionarias como El buitre. Toda una revelación.

Manifiesto revela a un Carlos Cano (en la foto, durante una actuación) de aires surrealistas.
Manifiesto revela a un Carlos Cano (en la foto, durante una actuación) de aires surrealistas.RODRÍGUEZ APARICIO

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