Gabi rescata al Getafe

Los nervios y la presión de la parte baja de la tabla, pese a lo tempranero del calendario, se mostraron ayer con toda su crudeza en el Carlos Belmonte, donde el Albacete y el Getafe escenificaron la lucha por la supervivencia. Se trata de dos equipos condenados a la agonía hasta el final de la temporada, limitados por muchas cosas, pero no por entrega. El Getafe, el que mejor fútbol desplegó, sobre todo en la primera mitad, salvó un punto con un voleón soberbio de Gabi desde fuera del área. Tuvo que sudar de lo lindo para ello ante un Albacete que acabó con dos jugadores expulsados.

El equipo madrileño demostró más claridad de ideas. Se sabía mejor la lección y comenzó la presión por sus delanteros, Pachón y Riki. Con el balón en los pies, mantuvo su apuesta por el toque y el juego por las bandas, bien dirigida la orquesta por el joven Gabi. Alberto y Pernía hilvanaron por la izquierda la primera jugada y el centro lo remató Pachón contra un defensa. Acababa de iniciarse el partido y ya estaba volcado el Getafe al ataque.

Al equipo de Quique Flores hay que agradecerle su gusto por el fútbol pese a su posición en la tabla. El Albacete, compañero de penurias, opta más por la practicidad. Su juego es más directo, con menos profundidad. El Getafe encerró al conjunto manchego en su área hasta casi la media hora, cuando Pacheco se asomó a la meta de Sergio Sánchez en su primera internada. Poco a poco, se fue estirando el Alba, avanzando sus líneas con cierta animosidad. Pero su aventura en campo ajeno acabó justo antes del descanso. Pacheco, el motor de su equipo, fue expulsado tras una absurda entrada con los tacos por delante -era su segunda amonestación- y el Albacete reculó hasta alcanzar vivo el descanso, que no era poca cosa.

La segunda mitad hacía esperar a un Getafe volcado sobre la meta de Gaspercic y a un Albacete tapado hasta las cejas. Y así fue, aunque mucho más exagerado de lo que se preveía. Buades firmó el primer tanto del partido tras empalmar a los pocos minutos de la segunda parte un saque de esquina. Con un gol a favor y un jugador menos, el guión estaba más claro que el agua para el Albacete, que retrasó sus líneas y se lanzó a algún rápido contraataque para cerrar el encuentro. Pudo hacerlo Mikel con un remate de primeras a centro de Momo, siempre veloz por la banda izquierda, pero el disparo se escapó demasiado cruzado.

El Getafe dio entrada a Craioveanu para quemar todas sus naves. Aguantaba el Albacete con un jugador menos, pero a 20 minutos del final le llegó el más difícil todavía. Gaspar fue expulsado -como también su entrenador, José González, que vivió hasta el final en un ataque de nervios en la grada- y Gabi igualó el encuentro con un voleón sensacional desde fuera del área.