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Reportaje:FÚTBOL | 12ª jornada de Liga

Un duelo vasco muy frío

Real y Athletic miden sus urgencias en Anoeta en un partido sin apenas seguidores rojiblancos

Ajenos a los viejos tiempos, Real y Athletic afrontan un duelo vasco frío, tanto que apenas habrá seguidores bilbaínos en Anoeta. De las 500 entradas remitidas por la Real Sociedad, el club rojiblanco sólo ha conseguido vender en taquilla 48, reservándose la Directiva 250 para sus compromisos institucionales y devolviendo el resto a San Sebastián. En la capital guipuzcoana el ritmo de venta tampoco ha sido el esperado: el viernes aún quedaban en las taquillas más de mil entradas. La denominada fiesta del fútbol vasco amenaza con ser una fiesta privada, a la que ambos equipos acuden con más cautelas que convicciones: la Real porque no funciona, no gana, no marca goles y merodea el descenso; el Athletic, no muy lejos de su rival, porque no ha ganado aún ni un solo partido a domicilio. "Sería una gozada ganar por cinco o seis goles", ha afirmado Karpin, a quien estos duelos le suben el nivel de testosterona; "ganar este partido te deja mejor que cualquier oro", ha apuntado Kovacevic, a quien se le resisten en exceso los goles contra el Athletic; "tenemos que salir como en Braveheart", afirmó el viernes Urzaiz previendo una acometida brutal del equipo donostiarra. El más sensato fue Tiko, que centró el asunto en sus justos términos: "Que nosotros sigamos en Copa del Rey y de la UEFA hace parecer que estemos mejor que la Real".

El equipo donostiarra vive una depresión cuyo primer damnificado puede ser Amorrortu

El equipo donostiarra vive una cierta depresión que tiene como primer damnificado al entrenador José María Amorrortu, a quien algunos sectores ya han colocado en el punto de mira. Las alarmas se encendieron en la Real demasiado pronto y los más atrevidos incluso buscan el recambio del técnico bilbaíno en otro ex entrenador del Athletic, Jupp Heynckes, el mismo que como entrenador rojiblanco, afirmó en una trifulca dialéctica que le importaba tanto la Real "como un accidente de bicicleta en Pekín". Amorrortu se juega algo más que su credibilidad, parte de su tiempo. El presidente realista, José Luis Astiazaran, declaraba en una entrevista que "ojalá Amorrortu esté muchos años en la Real", un sincero deseo de quien es su más ferviente valedor en el club de Anoeta.

Con Amorrortu, Astiazarán pretendía serenar ese debate: reconstruir la identidad olvidada de la Real con una apuesta de cantera, encontrar la paz dialéctica, mirar al futuro a corto y medio plazo. El ex entrenador del Athletic y del Eibar es todo menos polémico. De su época como responsable de la cantera rojiblanca han surgido futbolistas como Iraola, Jonan García, Bordas, Angulo, Azkorra, Casas, Murillo, hoy pilares fundamentales del futuro Athletic; de su época del Eibar ha surgido el club azulgrana que ahora lidera la Segunda División y es una de las sensaciones de la categoría de plata. Pero la Real no funciona, todavía, y se palpa el miedo de situaciones recientes.

El Athletic, con tan sólo un punto más, vive más tranquilo. Pujante en San Mamés y decadente a domicilio, vivo en las tres competiciones que comenzó disputando, superado el habitual trauma electoral y con el entrenador estable (de momento), ha capeado su mala situación en la tabla con sus presuntos buenos augurios de futuro.

"Ganar en Anoeta significa poder mirar un poco hacia la parte alta de la tabla y perder invertiría nuestros papeles", ha afirmado Valverde, reconociendo el valor moral y deportivo del encuentro.

Futbolísticamente, Amorrortu medita la inclusión en el once titular del decepcionante Arteta, mientras Valverde tendrá que recomponer la defensa y el centro del campo por las bajas de Murillo, lesionado, y Orbaiz, sancionado.

Amorrortu, durante un entrenamiento.
Amorrortu, durante un entrenamiento.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

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