Los sindicatos exigen que se impida la conversión de hoteles en viviendas

Unos 400 personas relacionadas con el sector turístico se manifestaron ayer por las calles de Málaga en defensa de la industria hotelera y en protesta por el cierre de tres establecimientos que ponen en peligro medio millar de puestos de trabajo. Los sindicatos han pedido que en el decreto de hoteles se incluya una norma que impida la reconversión de estos para ser vendidos como apartamentos.

Sólo en el último mes han cerrado en la Costa del Sol los hoteles Don Miguel (Marbella), Royal Park (Torremolinos) y Residencia Begoña (Estepona). Los sindicatos sospechan de las verdaderas razones de estos cierres, más aún cuando no paran de abrirse nuevos establecimientos en la zona, y creen que en algunos casos obedecen a operaciones especulativas.

El responsable de la sección de hostelería de CC OO, Gonzalo Fuentes, apuntó en concreto al Hotel Don Miguel, un establecimiento emblemático en Marbella que dispone de una zona ajardinada de 70.000 metros cuadrados "donde pueden construirse muchos chalés adosados". "Hay empresarios que buscan el dinero fácil y a los que no les importa la imagen de la Costa del Sol", apostilló.

Para evitar estas posibles operaciones especulativas, los sindicatos reclaman que se prohiba expresamente la conversión de hoteles en apartamentos. "Cuando se promueve un hotel se le suele dar más edificabilidad y hay menos exigencias urbanísticas que para viviendas, y nos consta que hay muchos establecimientos que desde que se construyen sus promotores ya tienen la idea de venderlos después como apartamentos alegando falta de rentabilidad y obtener así grandes beneficios", aseguró el delegado de UGT, José Antonio Sedano. A esta situación se ha añadido un expediente de extinción de empleo para 30 de los 100 trabajadores del Hotel Las Palomas (Torremolinos).

Para mostrar su rechazo por esta situación los sindicatos convocaron ayer una manifestación cuya afluencia cifraron en más de 3.000 manifestantes, y que la Policía Local redujo a 400 personas. El acto, que contó con el apoyo de IU y PSOE, partió de las puertas del sindicato CCOO y terminó en plaza de la Constitución.