Un estudio defiende la progresividad de un tipo único del 38% en el IRPF

Aplicar un tipo único del 38% a todos los contribuyentes con indepencia de su renta puede resultar más progresivo y sencillo, sin que además se produjera una merma en la recaudación del Estado. Esta fue una de las principales conclusiones del estudio presentado ayer por la Fundación BBVA, al dar a conocer un novedoso simulador fiscal que permite conocer el impacto que sobre los contribuyentes han tenido y tendrán las futuras reformas fiscales.

El Gobierno ya ha anunciado que prepara una reforma tributaria para el año próximo en la que se ha estado estudiando precisamente la instauración de un tipo único. La propuesta fue lanzada desde el PSOE cuando estaba en la oposición y fue defendida por Miguel Sebastián, actual asesor económico de Zapatero, cuando ocupaba la dirección del Servicio de Estudios del BBVA. Ese apoyo le costó al banco la protesta del Gobierno del PP y a Sebastián su salida de la entidad.

José Manual González Páramo, consejero del BCE, que presidió el acto de presentación del simulador fiscal indicó que existe una infinidad de combinaciones con el tipo impositivo y el mínimo exento que garantizan la misma recaudación y mejoran la eficiencia, la equidad y la simplicidad del sistema fiscal.

El profesor Amedeo Spadaro, uno de los creadores de este simulador, indicó que, aunque en teoría un tipo único es menos redistributivo, hay que valorarlo en su conjunto. Así, en el supuesto presentado ayer, si se establece una renta de 3.800 euros por contribuyente se mejorarían hasta un 82% la renta disponible de las familia con menos ingresos y se recortaría entre un 10% y un 13% la de las más altas, lo cual le hace muy progresivo y distributivo. Sin embargo, con la otra simulación (tipo de 38% y mínimo vital exento de 12.500 euros), las perjudicadas son todas las rentas, ya sean pequeñas o grandes y sólo las medias verían mínimamente mejorada su situación respecto a la fiscalidad actual.