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Crónica:PRIMERA DIVISIÓN | 11ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Morales desatasca a Osasuna

El delantero uruguayo hunde aún más a una pobre Real Sociedad

Tuvo que ser un gigante defenestrado, Chengue Morales, el que decantase un partido aburrido y abúlico que se extinguía sin remisión. Tras 350 minutos de sequía total y tres derrotas consecutivas, el quinto delantero de la segunda plantilla menos goleadora (que ya es decir) desatascó a Osasuna y logró el tanto de la victoria. Tres puntos de maquillaje que no dan respuesta a la pobreza de argumentos ofensivos de Osasuna y que agravan la precaria situación de los guipuzcoanos, quienes cierran la semana con tres derrotas y la eliminación de la Copa del Rey.

Lo de ayer fue un partido de estereotipos. Bajo el teórico y poco eficaz dominio de Osasuna, la Real se comportó siguiendo su libro de autoayuda favorito: el manual básico del perfecto equipo visitante. Los de Amorrortu tiraron de contragolpes y tiros libres para tratar de desmontar la cada vez más controvertida y goleada defensa navarra. Pero la velocidad de Nihat y Karpin no encontraron los remates de Darko Kovacevic, quien pasó bastante desapercibido durante el primer período. Hasta el postrero gol de Morales, el partido giró en torno a un gol fantasma de los realistas. En el segundo saque de esquina botado por el donostiarra Rossato, un fallo del joven guardameta Elía, que sustituía al castigado Sanzol, dejó el balón suelto sobre la línea de gol. Ante el barullo en el área pequeña, Corrales tomó la responsabilidad y sacó el esférico cuando ya atravesaba la línea de gol. Turienzo Álvarez, en el papel de Salomón, se decantó por dejar seguir la jugada y escuchar las airadas quejas de los donostiarras, que ya habían protestado antes dos más que dudosos penaltis sobre Nihat.

OSASUNA 1 - REAL SOCIEDAD 0

Osasuna: Elía; Expósito, Josetxo, Cruchaga, Corrales; Puñal, Pablo García; Valdo, Webó (Morales, m. 65), Moha (Delporte, m. 61); y Milosevic (Muñoz, m. 79).

Real Sociedad: Riesgo; López Rekarte, Labaka, Luiz Alberto, Garrido; Karpin (Prieto, m. 80), Mikel Alonso, Aranburu, Rossato (Arteta, m. 73); Nihat (De Paula, m. 80) y Kovacevic.

Gol: 1-0. M. 72. Morales remacha un balón en el área pequeña.

Árbitro: Turienzo Álvarez. Amonestó a Aranburu, Josetxo, Pablo García, Elía y Prieto.

15.825 espectadores en El Sadar.

Los nervios y las reclamaciones no sacaron del partido a los visitantes, que siguieron aprovechando los espacios dejados por Osasuna para enhebrar ataques que se desvanecían al llegar al área. Fueron minutos de baja intensidad, con demasiadas intentonas baldías y mucho, muchísimo juego en el medio campo. Como de costumbre, Pablo García demostró que sigue siendo uno de los pocos osasunistas que siempre sabe a lo que juega.

Tras el soso tanteo inicial, la segunda mitad se desarrolló con mayor grado de viveza e intensidad. El miedo a caer en el pozo impulsaba a las dos escuadras, aunque las carencias ofensivas eran tan graves que provocaban el sonrojo del público. Mucha tensión y poca definición hasta que llegó el hombre más alto de la Liga y uno de los que menos minutos disputas. Morales, en plan delantero centro, aprovechó un pase lateral para conectar el balón con su rodilla desde dentro del área pequeña. En su primera oportunidad, el uruguayo decidía el partido ante el asombro de los realistas. Amorrortu reaccionó tarde a la hora de mover el banquillo y tras más de una década sin conocer la derrota en El Sadar, la Real Sociedad se marchó de Pamplona con una derrota justa y dolorosísima que pone a Amorrortu al límite del abismo.

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