Más sobre Renfe
Hace tres años que realizo el trayecto entre Barcelona y Valls, y desde entonces los viernes y domingos para mí son un calvario. Temo que llegue ese día porque sé que tengo que coger el tren. Eso supone o bien ir de pie durante más de una hora -si tengo la suerte de que no se demore en alguna estación- o sentarme en el suelo.
Me parece indignante que pasen estas cosas. Si fuera un trayecto de cercanías, me parecería lógico; pero, señores de Renfe, ¿ustedes saben qué es ir de pie durante una hora después de una jornada laboral de ocho y encima un viernes después de toda una semana de trabajo?
¿Creen que es normal que entre Barcelona y Valls, la capital del Alt Camp, sólo haya cinco trenes al día y que en cambio para ir a L'Hospitalet de Llobregat -adonde se puede llegar también en metro- tengamos a nuestra disposición unos 222 trenes diarios?
Si es necesario poner más trenes para que todos tengamos un buen servicio, pues que se pongan más trenes. En caso contrario, propongo que se vendan los billetes numerados para que todo el mundo tenga su asiento. Creo que es justo por un billete que vale nada menos que 5,50 euros.
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