San Andrés

La plaza de San Andrés está ubicada en el centro de Jerez, en la que desembocan seis estrechas calles. Al comienzo de este verano se dieron por terminadas las larguísimas obras de remodelación, eliminando los aparcamientos y dejando un espacio abierto, complementado con un grupo escultórico y varios bancos y estanques de agua, fuentes incluidas. Lo que podía haber sido un espacio agradable tanto para vecinos como paseantes, y gracias a la poca vista de los diseñadores urbanísticos de nuestra ciudad con Pacheco al frente, la plaza se ha convertido en una zona de botellón.

Ahora durante los fines semana tenemos los vecinos que sufrir con los ruidos y las orinas que estas concentraciones provocan. La plaza se queda totalmente colapsada, impidiendo el movimiento de peatones y automóviles. Las reyertas son frecuentes y la policía local (no más de cuatro agentes) se niega a actuar ante tamaña concentración de personas (puede sobrepasar las 2.000). En el caso de una emergencia sería imposible que bomberos o ambulancias pudieran acceder. Los responsables municipales se preocupan exclusivamente de que la plaza quede limpia a la mañana siguiente, pero el deterioro de la misma así como de las calles adyacentes es notorio. Ya no quedan plantas, las fuentes están cortadas, los estanques vacíos... y a las estatuas les auguro dos meses de vida.

A mí me gustaría que nuestra primera mandataria municipal García Pelayo se reuniera con los vecinos cualquier fin de semana a la una o a las dos de la mañana en la Plaza de San Andrés y nos explicara en medio del botellón qué solución tiene para este grave problema. A esas horas no estará en la ejecutiva nacional del PP ni tendrá sesión en el Parlamento andaluz, y creo que podrá ejercer de alcaldesa.