Un chequeo visual

La decimocuarta edición de Alava desde tu punto de vista nos ofrece una vez más un grato panorama de la actividad fotográfica en la provincia. Los fotógrafos participantes, aficionados y algún que otro profesional, reparten su forma de hacer en dos grandes bloques, aunque siendo más puntillosos quizá pudiésemos establecer alguna subdivisión. No obstante, por sintetizar, en un lado encontramos visiones realistas, más o menos innovadoras, del territorio y la sociedad alavesa. En la otra vertiente están las imágenes con matices fantásticos, superposiciones, montajes, colorismos intrépidos, construidas al amparo de la enorme permisividad de la herramienta fotográfica, bien sea de proceso fotoquímico o informático.

En esta última categoría se puede celebrar la composición de Yolanda López de Heredia titulada Desde el pasado hacia el futuro. En ella, el efecto de una imagen rasgada descubre tres aspectos de la sociedad alavesa: el retrato de unos personajes como recuerdo del siglo XIX, un edificio de apariencia industrial relacionada con el siglo XX y la geometría parcial de una construcción reciente, como es el Artium, propia del XXI. Entre otras imágenes de este tipo no se pueden olvidar las fantasiosas curvas y brillos realizadas por Ángel Pérez del Río o esa calle coloreada de Juan Manuel Delgado dedicada al Día de vino y rosas. Más monótonos y aburridos, por estar demasiado manidos, pueden resultar algunos doblajes de imágenes a modo de reflejos, las tomas con objetivos de 180 o 250 grados de cobertura o la recuperación del movimiento a través del zoom.

En otro apartado de imágenes, resulta intrigante, misteriosa, repleta de ternura desde la suavidad del colorido, la Mirada contenida de Ana Valdeolivas sobre la catedral de Santa María. Resulta simpático el momento recogido por Eduardo Antonio de Lengaran, en el que compara, en escala y proporciones, tres contenedores públicos para la recogida de vidrio, papel y envases, con un pequeño coche de ciudad. Otro grado de sugerencias muy acertadas podemos encontrar en las fotografías en blanco y negro de Javier Berasaluce Bajo. Son dos las que se han elegido para incorporarlas en el catálogo. El dragón establece un sólido contraste de una escultura en negro, con formas muy incisivas, contra la fachada de un edifico con perfil de escalera. Mayor sutileza creativa encontramos en la pieza que denomina En algún sitio, en la que, jugando con intencionada abstracción, destaca el reflejo de ocho puntos blancos sobre el cristal del ventanuco de lo que puede ser un local subterráneo.