Canción protesta

Tras dejar en la orfandad a las huestes chandaleras durante los últimos cuatro años, la banda más lenguaraz de rap metal nacional, Def Con Dos, ha regresado para poner patas arriba salas de conciertos y aforos aún más amplios. Porque el afán de protestar es como aquella zarza sagrada que nunca se apagaba ni consumía.

La banda liderada por el barbudo César Strawberry abarrotó todo el espacio disponible de la sala en su regreso a Madrid con un espectáculo a medio camino entre la presentación de su último disco, Recargando, del que se informó en estas misma páginas, y el recordatorio de los grandes éxitos de un grupo que sintetiza como nadie el descontento social en forma de afiladas letras combativas con estribillos demoledores. Def Con Dos, sin duda, la canción-protesta del presente siglo.

Apelando al rock más brutal y desaforado y con un doble bombo que al rato te parte el parietal a base de insistencia, la banda realizó un concierto de dos horas francamente exhaustivo, en el que el signo de los cuernos dominó de principio a fin, y muy especialmente en la interpretación de El día de la bestia, tema de la película del mismo título y que supone una de las más reconocibles señas de identidad del rock español de los años noventa.

Temas del día

Además de la canción citada, el grupo dio rienda suelta a temas que suponen el más claro grito de protesta de masas de jóvenes españoles que no se dejan domeñar por el conformista pensamiento único y su arma predilecta: los medios de desinformación. De tal modo, se atacó el panorama social dejado por Aznar -Mundo chungo-, la dictadura de las religiones -Trabajando para Dios o No al más allá-, la violencia machista -Ellas denunciaron-, la España profunda y caníbal -Veranea en Puerto Hurraco-, la estúpida mitología del rock y sus caídos -Odio a los mártires del rock-, la inseguridad económica del ciudadano de a pie y el consumo desaforado -Los días pasan mal o El coche no- y otros temas quizá más ligeros, pero que Strawberry y sus compinches convierten en jocosidad contagiosa.

Es el caso de No me han invitado a la boda -la real boda, vaya-, Tuno bueno, tuno muerto o, quizá, una de las mejores composiciones del grupo: Pánico a una muerte ridícula, porque ¿puede haber algo más chusco que ahogarse en la piscina de un barco? Si lo hay, no cabe la menor duda de que Def Con Dos darán con ello.

Un excelente concierto de un grupo que se vacía en directo y al que sólo cabe reprocharle que en vivo no explotan esa tendencia funki que apuntaban en el disco. Es decir, algo de evolución en su sonido y el sacarle algo más de partido a la puesta en escena.