Deducciones ajustadas

La posibilidad de disminuir el importe a pagar por IRPF mediante la aplicación de deducciones plantea la cuestión de en qué medida las mismas pueden afectar a la naturaleza progresiva de este tributo, basada en el principio de justicia distributiva según el cual se debe tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales.

En efecto, la progresividad derivada de la existencia en este impuesto de una tarifa que se incrementa en la medida en que la renta obtenida por el contribuyente sea mayor puede verse moderado por la aplicación de las posibles deducciones, en cuanto que las mismas sean puramente proporcionales, como pasaba con la deducción por adquisición por vivienda habitual antes de la reforma de 1998.

La aplicación de las deducciones en IRPF debe cambiar para evitar que merme la progresividad de este impuesto

Hoy esta deducción opera con un límite fijo, lo que ha dejado de favorecer la adquisición de viviendas de lujo a los contribuyentes con rentas elevadas en cuanto que el límite de la deducción ya no se determina en función del importe de su propia renta, si bien la norma no fija ninguna discriminación para su aplicación por estos contribuyentes.

En este sentido se plantea, entre las reformas a introducir en la normativa del impuesto con efectos para 2006, la modificación de esta deducción en función del volumen de renta para evitar que puedan beneficiarse de ella en términos de igualdad tanto los perceptores de rentas altas como los de rentas bajas.

Esto último potenciaría el carácter progresivo del impuesto en favor de estas últimas, al combinar los efectos de la tarifa con los de la deducción, permitiendo por otra parte la supervivencia de la misma, cuestionada en fechas recientes como se puso de relieve hace poco desde estas líneas. Abogamos por su permanencia, con las reformas que se estime conveniente, porque se trata de una respuesta tributaria al derecho constitucional a una vivienda digna.

Esta reforma en favor de la progresividad suscita la cuestión de la adecuación de otras deducciones en la misma línea, como podría ser la de maternidad, que tampoco discrimina a las rentas más altas en favor de las más bajas.