"Padrino, no puedo dormir"

A los 10 minutos, cuando Alan Smith marcó el pasado martes el primer gol para el United frente al Crew Alexandra, en partido de la Copa de la Liga, a Gerard Piqué (Barcelona, 1987 ) se le hizo un nudo en el estómago. Justo entonces recordó cuanto le había dicho un par de horas antes Carlos Queiroz, el ex técnico del Madrid que, de forma sorprendente para el jugador, había tomado la palabra en el vestuario. El ayudante de Sir Alex Ferguson en el banquillo del Manchester, le avisó al final de la charla: "Si sentenciamos pronto el encuentro, hoy debutas". En el descanso, sin embargo, Piqué, de 17 años, ya no lo veía tan claro porque seguía el 0-1 en el marcador. Pero nada más reanudarse el juego, dos goles seguidos sentenciaron la contienda, el técnico portugués le mandó calentar y en el minuto 63, con el número 28 a la espalda, sustituyó a O'Shea. "Estuvo excelente, estoy muy contento con él", declaró Ferguson a la salida del campo.

Horas después, pasadas las tres de la madrugada, en el domicilio barcelonés de su abuelo, Amador Bernabéu, sonaba otra vez el teléfono. Era su nieto, desde la habitación de la casa donde vive en Manchester tutelado por una familia que trabaja para el club. "Padrino, no puedo dormir", le confesó. "Estoy muy nervioso". Mientras el que fuera vicepresidente azulgrana le ayudaba a relajarse, doña Montserrat, su esposa, la abuela de Gerard, lloraba por la emoción. Ella sabía desde hace años que su primer nieto sería futbolista. Lo sabe desde la mañana en que el encargado del supermercado le llamó la atención porque el niño jugaba a fútbol por los pasillos del establecimiento, y como "no tenía pelota, cogió una patata", recordaba ayer la abuela.

"Todos estamos contentos porque le vemos muy feliz, pero no olvidamos lo que ha sufrido Gerard este verano al dejar el Barça", recuerda su abuelo. No pasa día en que Gerard no se conecte a internet y hable con la famila para saber de su Barça. Tiene suerte y por televisión ha podido ver todos los partidos del club al que abandonó por la puerta de atrás después de un conflicto de intereses que está por cerrarse porque la FIFA aún no se ha pronunciado. Gerard firmó por el United el 1 de julio y el Barça denunció al club inglés por negarse a pagar la indemnización que le reclamaba. "Jugaron con sus sentimientos", insiste el abuelo, mientras en el Barça le acusan de marcharse a Londres durante la Semana Santa para probar con el Arsenal. "Regresó con una oferta que nosotros no pudimos igualar", respondió Josep Colomer, responsable del fútbol base azulgrana. Apartado del equipo, la mediación de Bernabéu ante la junta le permitió volver a jugar, pero pasó del Juvenil A al B, aunque disputó el Europeo sub-17 con España. Dolido, acabó fichando por el Manchester, que apreció su físico, toque, inteligencia y velocidad par acudir al cruce, cualidades muy apreciadas en un central.

"Disfruto jugando en Inglaterra, porque casi siempre llueve", aseguró tras ver cumplido el sueño de debutar con los diablos rojos. "Estoy feliz porque pensaba que tardaría por lo menos un año en estrenarme con el United". Ocurre que su adaptación ha sido tan rápida que hasta le da alguna patada a Wayne Rooney en los entrenamientos.