Absuelto el cazador acusado de disparar a un inmigrante por diversión

La Audiencia Provincial de Málaga absolvió ayer a Sebastián Rojas, el cazador de Tolox (Málaga) acusado de disparar por diversión y por la espalda a un inmigrante marroquí que vagaba por la sierra. La sentencia afirma que "aunque la sala tenga serias y fundadas sospechas" de que Rojas disparó al magrebí, "no llega a la firme convicción sobre tal extremo, necesaria para fundamentar la sentencia condenatoria". La fiscal había pedido 14 años de cárcel para el cazador por un asesinato en grado de tentativa. Rojas pasó cinco meses en prisión.

El 18 de noviembre de 2000, el marroquí Addya Abdelkáder vagaba por un coto de caza de Coín. Acababa de entrar en España escondido en un camión. La sentencia considera probado que entre las 17.30 y las 18.00 "inopinadamente y por la espalda recibió un disparo con cartucho de postas y perdigones y en el mismo momento de girarse recibió otro disparo en el muslo que le realizó un individuo joven de estatura de 1,75 a 1,80 metros que llevaba una prenda militar".

El agresor y sus dos acompañantes se rieron y dejaron a Addya malherido. Fue atendido al día siguiente y tardó 60 días en curar. Abdelkáder vive actualmente en Málaga con los papeles en regla y se personó como acusación particular. La fiscal aseguró en el juicio, celebrado entre el 21 y el 24 de septiembre, que Rojas disparó de forma "alevosa, cobarde, racista y por la espalda".

La sentencia de la sección primera, de cuatro folios, detalla que las contradicciones de Abdelkáder impiden la condena. La sala asegura que "la única prueba de cargo real y trascendente [...] es el reconocimiento tajante" de la víctima, que dio detalles para realizar un retrato robot "que guarda indudable parecido con el procesado". Pero añade que el inmigrante cayó en "muchas imprecisiones y contradicciones" sobre el suceso y que sorprende "la exactitud de la descripción [del acusado] y las ambigüedades y errores en todo lo demás".

Era casi de noche

Abdelkáder declaró que recibió tres disparos cuando fueron dos; en una ocasión dijo que le dispararon a cinco metros, y en otra, que a 15 o 20 metros; en una declaración dijo que el suceso ocurrió al atardecer, y otra vez, que a mediodía. La sala añade que a la hora del suceso en esa fecha era casi de noche y es difícil identificar a nadie. Además asegura que las escuchas telefónicas y las pruebas balísticas tampoco inculpan a Rojas. La sentencia no detalla las razones por las que ve fundadas sospechas de culpabilidad, pero asegura que justifican "sobradamente" la prisión provisional.

El abogado del cazador, Mario Ruiz, buscó durante el juicio de forma insistente las contradicciones en la declaración de la víctima. Ayer afirmó: "Se ha hecho justicia. Estoy convencido de la inocencia de Rojas, pero además, las pruebas no bastaban para condenar a una persona, y menos a una pena como la que pedía la fiscalía". Ruiz afirmó que Rojas está "muy contento" porque "se le ha quitado una peso muy grande de encima". Añadió que la sentencia dificulta el recurso de la acusación.