Más que pesimista, ¡realista!

Puede parecer que no, pero es que sí. Ni intoxico ni enveneno / ni agravio ni desagravio / ni puro ni amargo / Ni limpio ni contamino / Ni lloros ni risas / ni espero ni desespero / ni premio ni castigo / Se debe ser coherente con la realidad que vivimos.

La vivienda por las nubes, los trabajos mal pagados, la explotación permanente. El consumismo desenfrenado en esta sociedad moderna mientras mueren de hambre diariamente seres humanos incluyendo niños. Negar la evidencia es mentirse a sí mismo. El camino que llevamos nos está creando una falsa vida que difícilmente tiene una vuelta atrás. Estamos pretendiendo más de lo que se puede y somos esclavos de tanta mentira a la que no le ponemos coto. Ojalá sea un error lo que creo y si me equivoco, estupendo, lo que me temo, y lo hago analizando lo que veo cada día, es que la humanidad está perdiendo el sentido común y va cayendo en su propia tropelía de errores, lo desagradable del asunto es que cuando se pretenda poner remedio ya sea demasiado tarde. No pretendo ser pesimista, aunque lo pueda parecer, la realidad es mucho más cruda de como yo pueda pintarla en esta carta. Siempre queda la esperanza de que la sociedad reaccione pronto y no tengamos que lamentarlo.