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26 detenidos en los altercados causados por antifascistas en el centro de Madrid

Los alborotadores querían enfrentarse a unos manifestantes ultraderechistas

Una contramanifestación antifascista a la que acudieron unos 400 jóvenes acabó anoche con graves disturbios en los alrededores de Gran Vía, en pleno centro de la capital. La policía se empleó a fondo para reducir a unos 200 incontrolados que intentaban enfrentarse con un grupo ultraderechista que se manifestaba ante la sede del PSOE, en la calle de Ferraz, contra la política de inmigración del Gobierno. Los antidisturbios se lo impidieron, por lo que hubo cargas y destrozos en el mobiliario urbano y en comercios. La policía detuvo a 26 jóvenes, tres de ellos menores.

La manifestación ultraderechistas, convocada por Falange Española, había sido autorizada por la Delegación del Gobierno. Transcurrió sin ningún incidente entre las calles de Ferraz, el paseo de Moret y la Junta Municipal de Moncloa. Una fuerte presencia policial impidió que los 350 congregados hiciera cualquier movimiento violento. Hace días, responsables de la Delegación ya advirtieron a los convocantes de que, si portaban pancartas xenófobas o contra los inmigrantes, les retirarían los panfletos y podrían multarles.

Los problemas surgieron, sin embargo, a unos 500 metros del inicio de la marcha de Falange Española. Unos 400 jóvenes de ultraizquierda y de ideología antifascista se congregaron en la plaza de España, pese a que no habían comunicado previamente esta protesta a la Delegación del Gobierno. La convocatoria había sido hecha en los últimos días a través de Internet y los foros de estos grupos alternativos.

Un férreo control policial estuvo vigilando a estos jóvenes, que señalaron a los mandos policiales que tenían previsto permanecer en ese punto hasta las 20.30. Hasta esa hora todo transcurrió con normalidad, pero, cuando los antifascistas comenzaron a disgregarse, empezaron los problemas.

Unos 300 incontrolados, en su mayoría jóvenes, intentaron llegar a través de la calle de la Princesa hasta la manifestación ultraderechista. Empezaron a avanzar a buen ritmo hasta que una línea de furgonetas de los antidisturbios les cerró el paso a la altura de la plaza de los Cubos, lo que desencadenó la protesta airada de los jóvenes. El desencadenante de los altercados fue cuando los incontrolados destrozaron un coche patrulla de la Policía Municipal. En ese momento, la policía empezó a lanzar pelotas de goma contra los alborotadores. Éstos, que antes se habían enfrentado con otros grupos de ultraizquierda como los sharp, se armaron de vallas y piedras procedentes de las obras del metro. Junto con las litronas (botellas de cerveza) que llevaban se desencadenó una lluvia de objetos contra los agentes, que empezaron a cargar. Los jóvenes echaron a correr por las calles aledañas.A partir de ahí, llegaron las carreras y los jóvenes se dispersaron por las calles aledañas a la Gran Vía y la plaza de España. Arrasaron todo lo que encontraron a su paso: rompieron las lunas de comercios, bancos, una agencia de viajes y una asesoría laboral. Volcaron todos los contenedores de vidrio y papel con los que se toparon en su huida. Fue entonces cuando se vivieron escenas de pánico, porque en la Gran Vía había a esas horas (en torno a las nueve de la noche) gran número de personas que paseaban o que acababan de salir de las salas de cine que hay en la calle. Algunos corrieron despavoridos en busca de refugio al ver la masa de jóvenes que no paraba de lanzar piedras y vallas.

Dos heridos leves

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Una mujer de edad avanzada recibió una pedrada en la nariz, por lo que tuvo que ser atendida por los facultativos del Samur-Protección Civil. Fue trasladada a un centro hospitalario. Igual ocurrió con un policía nacional que resultó herido leve en los disturbios. Fue dado de alta en el mismo lugar, según un portavoz de Emergencias Madrid.

Estos disturbios provocaron que el tráfico en la Gran Vía estuviera cortado durante más de 20 minutos hasta que la policía pudo controlar a los causantes de los disturbios. Éstos se distribuyeron por la calle de Reyes, Pez y de Manuela Malasaña, donde quemaron varios contenedores y realizaron pintadas antifascistas. Los bomberos tuvieron que sofocar varios focos de fuego en las zonas por las que habían pasado los violentos. En la confluencia de las calles de San Bernardo y de los Reyes, los manifestantes tiraron un contenedor repleto de vidrio, cuyo contenido quedó desparramado en la salida del metro de Noviciado. También resultó atacada la sede del Ministerio de Justicia. Los manifestantes, que llevaban la cara tapada con pasamontañas o capuchas para no ser reconocidos, comenzaron a lanzar piedras contra sus puertas y rompieron varios cristales. Las cámaras de la sede ministerial grabaron todo lo que estaba ocurriendo.

"Ha sido como una tormenta. Todo estaba tranquilo y, de repente, hacia las ocho y media de la noche empezaron los gritos, el ruido de patadas a los coches, a los contenedores. Las llamas lo quemaban todo. Ha sido horroroso", relata Carlos García, dueño de un bar de la calle del Pez. García cuenta que primero vio a un grupo de 20 chicos, detrás de ellos iban otros 30 y más abajo unos 80. "Yo no sé si eran de una ideología o de otra. Lo único que tengo claro es que eran unos niñatos. Yo he salido con un extintor para apagar los cubos de basura que ardían en medio de la calle", añadió el dueño del bar.

La policía se desplegó por la zona y detuvo a los jóvenes alborotadores. En un primer momento, el número de detenidos era tan sólo de cuatro, pero esta cifra no paró de subir conforme discurría la noche.

Un portavoz de la Delegación del Gobierno informó de que los agentes antidisturbios habían detenido a un total de 26 manifestantes. Todos son jóvenes. Tres de ellos, menores de edad. Fueron conducidos hasta la Brigada Provincial de Información, en la calle de la Tacona (Moratalaz), donde fue fueron fichados e interrogados. Hoy está previsto que sean puestos a disposición de la autoridad judicial.

Una de las personas detenidas en la zona centro tras la manifestación antifascista, rodeada de agentes antidisturbios.
Una de las personas detenidas en la zona centro tras la manifestación antifascista, rodeada de agentes antidisturbios.EFE

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