Lamari, condenado por planear en 1997 ataques con bomba en "medios de transporte"
El séptimo suicida de Leganés (Madrid), el argelino Allekema Lamari, fue procesado y posteriormente condenado por haber participado en la organización de "atentados con explosivos en medios de transporte, mercados, avenidas y centros turísticos", una actividad que el Grupo Islámico Armado (GIA) argelino desarrolló principalmente en Francia. Además, en España se dedicaba a "la consecución y elaboración de documentaciones falsas y la entrega de armas, explosivos y vehículos sustraídos". Estos datos figuran en un auto de procesamiento firmado por el juez Baltasar Garzón el 9 de marzo de 1999.
Lamari fue detenido el 6 de abril de 1997 en una casa del primer piso del número 51 la calle de Bhering, en Valencia. El arresto se produjo al ser identificado como miembro de la "estructura exterior del GIA", que en Argelina había matado hasta entonces a "varios cientos de personas", muchas de ellas mujeres y niños, degollados en asaltos a sus aldeas.
El auto decía así: "[Los detenidos] desarrollan su actividad violenta en el exterior, principalmente en Francia, mediante atentados con explosivos en medios de transporte, mercados, avenidas y centros turísticos, e incluso el secuestro de un avión de Air France, que motivó el asalto del mismo en Marsella y la muerte de los secuestradores".
Armas y vídeos macabros
En la calle de Bhering se hallaron vídeos con llamamientos a la guerra santa, preparación de combatientes para Bosnia, "captación de jóvenes islámicos", ataques del GIA, así como pasaportes falsificados, "boletines en árabe de la guerra de los jóvenes musulmanes en Bosnia y Afganistán". El grupo tenía dos empresas -estaban a nombre de Lamari-, dos pistolas y abundante munición.
Lamari, considerado el jefe de esta célula, estuvo en prisión desde su detención y fue condenado a 14 años en 2001. Pero en 2002 el Tribunal Supremo le rebajó la pena a nueve años y tres meses, lo que hizo que, una vez computadas las redenciones de pena, quedara en libertad en junio de 2002. Sin rebaja, seguiría en prisión.
El suicida fue señalado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como el "posible planificador y/o ejecutor del 11-M". En esa línea directiva, según las pesquisas, se encontraban también Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino (otro suicida), a quien los investigadores consideran "relacionado con dirigentes de Al Qaeda en España y Marruecos". La mayoría de los implicados proceden del Mediterráneo musulmán, principalmente de Marruecos, pero también de Argelia, Túnez, Egipto y Siria.
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