_
_
_
_

Duran logra que el congreso de Unió dé un apoyo masivo a la Constitución de la Unión Europea

El líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, no tendrá que pasar por el trance de presentar su dimisión. El 23º congreso democristiano avaló con un abrumador 94,3% de los votos la tesis oficial de votar a favor de la Constitución europea en el referéndum previsto para finales de febrero de 2005. Con este resultado Duran sale muy reforzado del cónclave democristiano, que finaliza hoy.

Ya por la mañana, Duran había obtenido un apoyo similar (98%) para su informe de gestión, en el que instó a CiU a no dejarse arrebatar la centralidad política en Cataluña y no ahorró críticas veladas a su homólogo de Convergència, Artur Mas.

La amenaza de cesar como líder de Unió si el congreso desautorizaba su respaldo al tratado europeo pesó más en los 800 compromisarios que las dos enmiendas en contra de la Constitución presentadas por la rama juvenil de Unió y por el colectivo crítico El Matí. Y mucho menos influyó en esta decisión que los socios convergentes tengan, de entrada, una posición contraria al tratado.

La dirección de Unió había forzado la discusión en plenario de los dos temas más espinosos de este congreso: la Constitución europea, el reconocimiento del matrimonio homosexual y la posibilidad de adopción. De esta manera, los compromisarios pudieron exponer libremente su opinión, pero al tiempo, tuvieron que votar a mano alzada y evidenciar de qué lado se posicionaban. El aparato democristiano se conjuró para asegurarse la victoria: Unió hará campaña a favor de la Constitución europea y su componente democristiano queda incólume al limitar el matrimonio a la unión de un hombre y una mujer.

Resultado barato

Este resultado satisfactorio le salió a Duran bastante barato. Hasta los jóvenes democristianos retiraron su enmienda después de que la dirección aceptara introducir en la ponencia algunos requisitos que no afectan al eje de la ponencia. Unió de Joves reclamaba que Unió y Convergència mantuvieran una posición común sobre el tratado, pero Duran se opuso con uñas y dientes a ello. Y al final tan sólo se ha comprometido a "aproximar consideraciones" con los convergentes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Fue concretamente a ellos, a sus socios de Convergència, contra quienes Duran se explayó a gusto en sus criticas en su informe de gestión. A juicio del líder de Unió, en la etapa postpujolista, CiU ya no puede aspirar a patrimonializar el catalanismo, sino que debe bajar a debatir al terreno de las ideas -del binomio clásico derecha-izquierda- y ocupar un espacio central en la política catalana si desea atajar la sangría de votos que sufre la coalición en cada cita electoral.

Duran insistió en el carácter democristiano de su formación, no rehuyó la autocrítica - los pactos con el PP y el apoyo al trasvase del Ebro- y lanzó, de refilón, más de una puya a Artur Mas, de quien puso en duda su liderazgo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_