Enfrentamientos provinciales

Cuando Javier Arenas se hizo de nuevo con las riendas del PP andaluz, se encontró con un puñado de conflictos en las provincias, la mayoría no resueltos. El más grave de todos, el de Almería, donde parece que ahora hay voluntad de acuerdo entre el sector que encabeza el presidente de la Diputación, José Añez, y el aparato del partido, que preside el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat.

Las reuniones secretas que han mantenido ambas partes en los últimos días han servido para hallar algún punto de encuentro. El pasado viernes se hizo público que Añez y Amat se reunieron casi dos horas y que cerraron un principio de acuerdo. Fuentes del PP constataron el deseo de ambos dirigentes por llegar a acuerdos. La visita, ayer, de Mariano Rajoy no deja de interpretarse como un síntoma de vuelta a la normalidad y calma en las filas populares.

Los bandos enfrentados en la crisis de Almería, la más grave, llegan a un principio de acuerdo

El propio Añez disculpó su ausencia en la visita del presidente del partido por un viaje a Guatemala. "El avión parte a las siete de la mañana del sábado. Si no tuviera que marcharme, estaría encantado de acompañar en su visita a Mariano Rajoy", dijo. La próxima semana, seguirán los contactos con los distintos sectores y cargos públicos en la Provincia, comenzando con los diputados provinciales.

En Granada, de nada han servido las negociaciones del propio Arenas para que sólo haya una lista en el congreso provincial. Una candidatura, que en principio cuenta con más apoyos y está bendecida por la dirección regional, la encabeza Sebastián Pérez, concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Granada. La otra estará liderada por el alcalde de Churriana de la Vega, Vicente Valero, quien se ha erigido en la voz de pequeños municipios como Lanjarón, Maracena, Atarfe o Salobreña, que quieren más influencia en el partido. Fuentes del PP de Granada consideran que con su apuesta, Valero trata de asegurarse un puesto en la futura dirección provincial y que renunciará a su candidatura en el último momento.

Otra provincia que arrastra problemas desde hace meses es Jaén, donde desde el inicio del mandato municipal hay una ruptura interna en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de la capital: la mitad de los ediles están alineados con la dirección provincial (presidida por José Enrique Fernández de Moya) y la otra mitad con el alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar. Esta batalla ha sido el caldo de cultivo para que la crisis se extienda al ámbito provincial. De momento, ninguno bando ha atendido el requerimiento de Arenas para presentar una sola candidatura de integración en el próximo congreso provincial. En principio, Fernández de Moya competirá en el congreso con el ex diputado nacional Javier García Gómez, hombre de confianza del alcalde jiennense.

Otra provincia donde se vive un enfrentamiento entre el alcalde de la capital y el presidente provincial es Málaga. El congreso provincial no aventura cambios profundos en la dirección, en la que será reelegido presidente Joaquín Ramírez, que cuenta con el apoyo de Arenas. El periodo precongresual viene marcado por las malas relaciones entre Ramírez y el alcalde malagueño, Francisco de la Torre, quien exige un cambio de rumbo a la dirección y persigue tener más influencia y poder en el partido.

En el entorno del alcalde se ha llegado a plantear la opción de presentar una lista alternativa a la de Ramírez, pero De la Torre ha insistido en que ese no es su propósito. Sí ha hablado más abiertamente de esa opción el ex subdelegado del Gobierno en Málaga Carlos Rubio, quien tras las elecciones generales fue fichado por de la Torre como coordinador del área de seguridad y de los distritos.