El A3 Sportback es más práctico y gasta menos

Un frontal prominente con la parrilla de BMW, resaltes en la carrocería y aletas musculosas que refuerzan la deportividad. El Serie 1 es un familiar de cinco puertas con una línea original, un toque exclusivo y una personalidad marcada.

Conducción: 50 puntos (1º)

Es el punto fuerte del BMW. Mantiene el carácter deportivo y el comportamiento dinámico de sus hermanos mayores, con una propulsión trasera que propicia un mejor reparto de pesos y una estabilidad superior. La dirección es más directa, responde siempre con gran precisión en las curvas y apenas acusa balanceos laterales. Se muestra ágil y eficaz en todos los trazados. Además tiene unos frenos mejores y los sistemas electrónicos de seguridad actúan con rapidez sólo cuando se necesitan.

Aunque el equilibrio dinámico está muy bien resuelto, el Serie 1 presenta unas reacciones más nerviosas y exige más atención al conductor para sacarle el máximo partido, sobre todo en trazados rápidos y autopista: la dirección es más sensible y hay que mover el volante con delicadeza. En conjunto no resulta tan descansado para viajar como el Audi.

El motor 2.0d, en cambio, es más brillante. Cuenta con 23 CV más, y, aunque ofrece una elasticidad similar a bajo régimen, responde con más fuerza y potencia desde 1.600 vueltas y se estira sin apuros hasta 4.500. Con la ayuda de un cambio manual de seis marchas muy bien escalonado, ofrece unas prestaciones superiores, tanto en aceleración como al adelantar y en velocidad máxima.

Vida a bordo: 38 puntos (2º)

El Serie 1 tiene un interior limitado en espacio y una ergonomía mejorable. Las plazas delanteras son cómodas, no dan sensación de agobio y cuentan con unos asientos deportivos que sujetan bien. En cambio, las puertas traseras son estrechas y dificultan el acceso. Apenas hay donde poner los pies, el espacio para las rodillas es muy justo y tiene un respaldo demasiado vertical que resulta incómodo. Además, el túnel central hace que la plaza del medio sólo sirva para niños, y el maletero también es más pequeño, a pesar de no llevar rueda de repuesto: incluye neumáticos antipinchazos.

El nuevo BMW está bien acabado, con materiales y ajustes de calidad. Los adornos metalizados y los plásticos mullidos del salpicadero alegran el conjunto, pero los paneles resultan muy simples en las puertas. Los tonos grises de los plásticos crean un ambiente menos elegante que el del A3

y es más frío y austero. Además hay pocos huecos para objetos, y algunos -posavasos y el apoyabrazos delantero- son opcionales (47 y 177 euros), algo impropio para su precio. Sólo incluye bolsas en las cuatro puertas, guantera y una repisa a la izquierda del volante.

Las suspensiones son más deportivas y algo menos cómodas: absorben las ondulaciones con cierta sequedad. Tiene una insonorización similar a la de su rival, pero resulta algo más rumoroso en las marchas cortas y en ciudad.

Seguridad: 17 puntos (1º)

El equipo de seguridad de serie es similar: seis airbags, ABS, ESP y control de presión de ruedas en lugar de los reposacabezas activos del A3. El comportamiento dinámico resulta superior, pero exige más al conductor.

Economía: 22 puntos (2º)

El BMW es algo más caro (28.600 euros) y no lo justifica con el equipo de serie. Aparte de los sistemas de seguridad añade climatizador, radio-CD, ordenador de viaje, ruedas antipinchazos, arranque por botón y todo lo habitual. En cambio, las llantas de aleación son opcionales (834 euros) y gasta un litro más: alrededor de siete a ritmos legales y en torno a nueve en ciudad y conducción rápida.

El A3 Sportback (cinco puertas) presenta un aspecto moderno y elegante. Destaca la fuerza del nuevo frontal, la cintura alta de las puertas y el portón inclinado hacia delante, que realzan su dinamismo. Tiene una carrocería más larga que la del A3 normal para ampliar el maletero.

Conducción: 45 puntos (2º)

Aunque el acabado Ambition de la prueba es el más deportivo del Sportback, este A3 tiene un carácter más tranquilo que el Serie 1. Prima más el confort de marcha que la búsqueda de la eficacia. Así, la dirección no es tan rápida, monta unas suspensiones deportivas más suaves y es más cómodo para viajar. Pero resulta menos preciso en las curvas y balancea más. Y los frenos, aunque paran bien, tienen un pedal más esponjoso, al menos en la unidad de pruebas, y no son tan contundentes.

A pesar de estos detalles, va muy bien y ofrece una agradable sensación de aplomo en trazados rápidos, con unas reacciones más progresivas y menos exigentes con el conductor, que permiten viajar más relajadamente. Esta ventaja iguala la calidad de conducción.

El motor 2.0 TDi de 140 CV es menos potente que el del BMW, pero se defiende muy bien y ofrece unas prestaciones satisfactorias para viajar a ritmos altos. Monta también un cambio manual de seis marchas bien escalonado y tiene elasticidad desde bajo régimen. Después, entre 1.600 y 4.000, responde con más rapidez al acelerador, sube de vueltas con alegría y se nota menos que es un diésel porque apenas se sienten vibraciones. No muestra el empuje de su rival ni corre tanto, pero adelanta con nervio y afronta las subidas sin reducir.

Vida a bordo: 42 puntos (1º)

Aunque el Audi es seis centímetros más largo por fuera (4,28 metros), las medidas interiores son muy parecidas y tiene una habitabilidad justa y muy similar. Las plazas delanteras son amplias y cuenta con unos asientos deportivos que sujetan bien. Atrás incluye una banqueta que, aunque algo corta, deja más espacio para los pies y las piernas y tiene un respaldo menos vertical que permite sentarse en una postura más confortable y natural. Además, el túnel central del A3 es menos voluminoso y no resulta tan incómodo para el tercer pasajero del centro. Y cuenta con unas puertas traseras más grandes que facilitan el acceso, y con un maletero más generoso.

El A3 ofrece también un ambiente interior más vistoso y aparente, con un diseño moderno y más cuidado, y un salpicadero bien resuelto. Los materiales y ajustes son buenos, los detalles metalizados realzan el conjunto y presenta un aspecto más elaborado que se aprecia sobre todo en los paneles interiores de las puertas, las tapicerías y los tonos más oscuros y elegantes de los plásticos.

Por lo demás, las suspensiones son algo más cómodas, y la insonorización, correcta y similar a la de su rival. La dotación de huecos prácticos es mínima, aunque los espacios que ofrece vienen de serie: bandeja debajo del volante, tarjetero en la consola central, dos posavasos y repisa junto al freno de mano, otros dos y una guantera en el apoyabrazos trasero y bolsas laterales en las puertas delanteras.

Seguridad: 17 puntos (1º)

El equipo de seguridad es muy completo: seis airbags, ABS, control de estabilidad ESP y reposacabezas delanteros activos. Y aunque no tiene un comportamiento tan eficaz, el Audi es más fácil de conducir que el BMW.

Economía: 25 puntos (1º)

El Sportback 2.0 TDi Ambition cuesta 28.130 euros, 500 menos que su rival. Y el equipo de serie es algo superior en los detalles. Aparte de los elementos de seguridad, incluye climatizador, llantas de aleación, radio-CD, ordenador de viaje... El Audi además es muy austero y ha gastado un litro menos en la prueba: apenas seis litros en conducción tranquila y en torno a ocho a ritmos rápidos y en ciudad.

DOS COCHES compactos de prestigio con planteamientos diferentes y un ganador, el A3 Sportback.

El nuevo Audi hereda el atractivo estético del A3, a la vez que mejora su sentido práctico con una carrocería de cinco puertas y un maletero más grande. Esta arquitectura amplía su funcionalidad como coche familiar y es clave para que logre imponerse al BMW 120d: tiene unas puertas traseras más grandes que hacen más cómodo el acceso y una capacidad de carga superior. Además, el interior del Audi presenta un diseño más elaborado y acogedor, las plazas traseras son más cómodas y el coche cuenta también con unas suspensiones más confortables para viajar. No tiene un comportamiento dinámico tan eficaz y las prestaciones son inferiores. Y sale un poco más barato.

El BMW 120d aporta una línea más original y deportiva que refleja el carácter de la marca. No es tan elegante, ni por fuera ni por dentro, pero ofrece un comportamiento dinámico y una estabilidad superiores. Como cuenta con un motor más potente y que corre mucho, resulta más apropiado para quienes valoran el disfrute en la conducción: es más ágil y divertido. En cambio resulta menos confortable porque las puertas traseras son muy estrechas, apenas hay sitio para las piernas atrás y tiene un maletero más pequeño. Y además de ser algo más caro no resulta tan práctico para el uso familiar.