Delfines futbolistas

Entre los gritos de los chimpancés del Zoo de Barcelona, que ayer estrenaron un nuevo recinto, Jordi Portabella, tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento, replicó a las críticas que algunas organizaciones ecologistas han hecho sobre el espectáculo de delfines que se ofrece en el zoológico. Según asociaciones como Depana, la actuación de los cetáceos es "ridícula" porque da una apariencia educativa a comportamientos no naturales entre los delfines y les provoca estrés físico y psicológico. "Ver estos animales en un estanque girando en círculos no es la forma mas adecuada de conocerlos", se asegura en Depana.

Ayer, en la presentación del espacio para los primates, Portabella afirmó: "No hacemos ningún espectáculo de tipo circense". Y añadió: "Los delfines actúan igual aquí que en su medio natural". Portabella, que también es presidente del zoo, pasó por alto la parte del espectáculo del delfinario en la que los cetáceos juegan un partido de fútbol con una pelota y aseguró que no hay ningún elemento del espectáculo vinculado a "comportamientos impropios de estos animales".

Ramon Luque, director general de Medio Natural del Departamento de Medio Ambiente, cree "contradictorio aplicar la prohibición de espectáculos con animales salvajes en el circo y no en el zoo o en La Rambla", dijo, en referencia a la acumulación de tiendas de pájaros y otros animales que allí se venden legalmente.

Aprovechando la presentación de las nuevas instalaciones de los chimpancés, que ocupan el doble de espacio que las anteriores, la dirección del Zoo de Barcelona repartió un folleto en el que se detallan las técnicas de estimulación intelectual de los animales. Entre ellas, las que seguía el desaparecido Copito de Nieve, con un programa de entrenamiento particular para "facilitar el proceso de extracción de semen".