El petróleo supera los 50 dólares
Una próxima subida de impuestos en Venezuela y una huelga en Nigeria disparan los precios
El petróleo rompió ayer la barrera de los 50 dólares por barril en Londres (llegó a cotizar a 50,70 y cerró a 50,66) en una escalada que parece no tener fin y que acumula ya una subida de precios cercana al 70% desde enero, mes en el que el precio del barril se situaba en 29,42 dólares. Ayer, el anuncio de una subida de impuestos a las petroleras que operan en Venezuela (del 1% al 16,6%) y una huelga general de cuatro días en Nigeria (sexto exportador mundial, con 2,5 millones de barriles diarios) se sumó a la inestabilidad que vive el sector desde la guerra de Irak. Los precios volvieron a marcar récord un día más, aunque con la particularidad de que esta vez superaba la barrera psicológica de los 50 dólares. En Nueva York, el crudo de referencia, el Texas, también marcó máximos: 53,64 dólares.
Y los nuevos récords de la materia prima se reflejaron en España en pleno puente, cuando se desplazan millones de vehículos. Las gasolinas subieron ayer por sexta vez en el mes. El precio medio de la gasolina súper alcanzó el euro por litro, mientras que la gasolina sin plomo de 95 octanos, la de más consumo, se situó en 92,9 céntimos de media, aunque en algunos puntos se acercó a los 95 céntimos.
Desde principios de año, la gasolina sin plomo de 95 octanos acumula una subida del 16,1%, mientras el gasóleo de automoción se ha encarecido un 20,2% (ayer, su precio medio se situaba en 83,6 céntimos). Gráficamente, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, describió ayer la situación de los sectores agrario y pesquero de "crítica" por la subida del gasóleo. Y ello a pesar de que, según dijo ayer en Lisboa Claude Mandil, director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el mercado del petróleo está suficientemente aprovisionado, informa France Presse.
Inquietud
En el sensible mercado del petróleo, que traduce inmediatamente a dólares cualquier circunstancia meteorológica, política o económica que inquiete a los operadores, el anuncio del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de una próxima subida de impuestos a las petroleras extranjeras que operan en el país fue como abrir puertas en un piso incendiado. Los precios en el mercado londinense se dispararon y el barril llegó a 50,70 dólares. Un récord absoluto que, aunque en términos homogéneos (teniendo en cuenta la inflación) está alejado de los precios registrados en la crisis de los años setenta, es mucho dinero. Más si se tiene en cuenta que más de 1.000 millones de personas sobreviven en el mundo con menos de un dólar al día.
El anuncio de Chaves afectará a las compañías estadounidenses Exxon Mobil y ChevronTexaco, a la francesa Total y a la noruega Statoil. Todas ellas, en asociación con la estatal Petróleos de Venezuela, explotan cuatro bloques de extracción de crudo pesado en la región suroriental del río Orinoco. En principio, la subida impositiva, que podría incrementar en dos millones de dólares diarios los ingresos de Venezuela, sólo afectará a las empresas mencionadas, según las explicaciones de Chávez.
A las malas noticias para las petroleras que operan en Venezuela se suma la huelga general de cuatro días convocada en Nigeria en protesta por la subida de carburantes del 20% (la sexta desde 1999) y la reclamación de mejores salarios por la inseguridad que vive el país (lo que afecta a la compañía angloholandesa Shell). En la primera jornada de huelga, considerada ilegal por las autoridades, la actividad comercial en Lagos, la capital económica del país, quedó paralizada. Grupos de trabajadores y estudiantes, convocados por el sindicato Congreso Nacional del Trabajo mantuvieron algunos enfrentamientos con la policía.
Asimismo, se añade una nueva derrota judicial de la petrolera rusa Yukos, que ha visto rechazada su solicitud de impugnación del juez que tramita una demanda en su contra de 1.400 millones de dólares, animaron unas subidas a las que pocos especialistas se atreven a poner punto final. Hoy por hoy, son muy pocos los optimistas.
Entre ellos, hay que contar al ministro de Petróleo de Kuwait, Ahmad Fahd al Ahmad, quien aseguró que los precios del petróleo caerán una vez se celebren las elecciones presidenciales en EE UU (el próximo 2 de noviembre). En opinión del ministro kuwaití, la campaña electoral, con la dura pugna entre George W. Bush y John Kerry, ha creado una cierta percepción de inestabilidad en Oriente Próximo.
Fortaleza del euro
Menos optimista se mostró el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia. Éste explicó ayer en Amsterdam que la fortaleza del euro no es un problema para el crecimiento económico (a 1,23 dólares por unidad, la cotización del euro contribuye a suavizar el impacto de la subida del petróleo) y que los problemas para la estabilidad de las economías pueden venir más bien "del impacto de los altos precios del petróleo en el crecimiento global y la inflación".
Lo cierto es que en un mercado marcado por la inestabilidad, los anuncios optimistas no cotizan. Pasan desapercibidos. Así parece haber sucedido con las explicaciones del ministro de Petróleo de Arabia Saudí , Alí al Naimi, quien ha afirmado que su país, primer exportador mundial de crudo, podría elevar su capacidad de producción en un 30% antes de dos años, hasta los 14 millones de barriles diarios.
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