La UE abre la puerta al ingreso de Turquía

La Comisión Europea abrió ayer por primera vez la puerta a un país musulmán. En un día histórico aplacado por las numerosas restricciones que ha impuesto, la Comisión recomendó que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco inviten a Turquía, un país de mayoría islámica, con una renta que sólo alcanza el 28% de la media de la Unión Europea y una población de casi 70 millones de habitantes. Ankara dio la bienvenida a una decisión que calificó de "histórica", aunque pidió el mismo rasero para todos.

"La Comisión considera que Turquía cumple suficientemente los criterios políticos y recomienda que se abran las negociaciones de adhesión", asegura el informe divulgado ayer en Bruselas. Pero "la irreversibilidad de las reformas, su puesta en práctica y en particular las relativas a las libertades fundamentales, tendrá que ser confirmada durante un largo periodo de tiempo".

La invitación a negociar el ingreso está acompañada de fuertes restricciones que no habían existido en adhesiones anteriores: la posible suspensión indefinida del proceso en caso de "grave y persistente violación" de principios fundamentales; y la limitación del derecho a la libre circulación "para evitar graves turbulencias en el mercado laboral de la Unión". "Nosotros vamos a cumplir con nuestra parte", aseguró el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan. "Sólo queremos que se respete el principio de equidad".

Fue una recomendación histórica que se tomó en Bruselas en medio de fuertes debates, del miedo que ha suscitado en algunos países la incorporación de un país que en pocos años superará a Alemania en población y con la resistencia de grupos clave como los conservadores alemanes.

Pese a todos los problemas, la Comisión destacó que Turquía realizará grandes aportaciones a la estabilidad.