La delantera como defensa

Frank Rijkaard se está saliendo con la suya y el Barcelona empieza a tener el perfil de equipo sólido que el técnico se propuso hace dos temporadas, a su llegada al Camp Nou. Más que el liderato, al holandés le interesa contar con un plantel fuerte defensivamente y encarado a la portería rival.

Educado en la escuela del Ajax y licenciado en la cultura del Milan de Arrigo Sacchi, Rijkaard intenta encontrar una fórmula mixta en el Barça que pasa por dominar el arte de la presión. En un equipo normalmente desbocado y expuesto a las concesiones en su área, los números de la Liga aseguran que el Barça es, tras seis jornadas, uno de los conjuntos más fiables. Los azulgrana, líderes en la posesión del balón (201 minutos), son los que menos remates han recibido (45, diez entre los tres palos) y menos goles han sufrido, junto con el Sevilla y el Atlético (tres). Y, ofensivamente, han rematado 92 veces (una menos que el Villarreal), han marcado 13 goles (dos menos que el Valencia) y son los que mejor apuntaron a la portería (36 veces). "Los números explican que Rijkaard ha contagiado su filosofía al equipo", argumenta Unzue, el técnico de los porteros.

Lo reconoce Xavi: "El técnico nos pide cuatro cosas muy claras, cuatro conceptos fundamentales, y dos o tres retoques, como mucho, según las características del adversario". La primera idea define las intenciones: "Hay que recuperar el balón cuanto antes, muy rápido y lo más arriba posible". "Mi idea es defender como el Milan de Sacchi", ha reconocido Rijkaard. Insiste en que lo más importante es "asimilar el juego en corto de una forma autómatica, juntar las líneas y negar espacios al rival. Estamos en ello, pero aún quedamos lejos de aquel equipo".

A imagen y semejanza del Milan que formaban defensivamente Tassotti, Filipo Galli -después Costacurta-, Baresi y Maldini, el Barça juega de salida con cuatro zagueros. "Y, como mínimo, durante el partido, tres debemos quedarnos atrás", comenta Puyol. Los laterales, Belletti y Gio principalmente, tienen tres órdenes, que recuerda el holandés: "Sólo puede subir uno de los dos por jugada y elegimos nosotros el momento. Si el adversario juega con un punta, presionamos casi como centrocampistas". La tercera atiende a la voluntad de tirar la línea del fuera de juego para que el rival caiga en la trampa y los registros (29 veces lo han logrado) confirman su efectividad, incomparable con la del resto de los equipos. "La orden la da Puyol o la doy yo, depende de quien esté libre y quien juegue de cara a la jugada", advierte Márquez, que, como el resto de la zaga, cubre en zona pura y dura. "Si el contrario juega con un punta, lo coge uno de los centrales; si lo hace con dos, el mediocentro nos ayuda", explica el mexicano. Precisamente, la evolución del pivote es una de las claves en el nuevo concepto defensivo del Barça. "Ahora recupera más y juega menos", corrabora Gerard.

La idea de presionar desde el campo rival y forzar el fuera de juego implica el intervencionismo constante del portero. "Juego cuatro metros más delante que el curso pasado", asegura Valdés, consciente de lo mucho que se está arriesgando en las salidas del area. Cada vez que el rival busca la espalda a sus defensas con balones largos toma una decisión: "No dudo. Voy o no voy, pero no puedo pensar mucho. Por eso la posición es fundamental para llegar a los balones largos antes que el delantero. Aceptamos el riesgo porque es la única manera de presionarles en su campo".

En ese sentido, los centrocampistas elogian la presión que ejercen los delanteros y los mediocampistas para impedir una fácil salida del balón al contrario. Xavi señala a Deco como decisivo en la recuperación de la pelota en cancha ajena: "Su ayuda es imporesionante. Estoy sorprendido de su capacidad de trabajo defensivo". El portugués asume: "Cuando no tienes el balón, hay que recuperarlo". Por tal circunstancia, Unzue se refiera a la mentalidad: "Si el lateral ve cómo defiende Eto'o, es imposible que se relaje". Y el camerunés sentencia: "Si no tienes la pelota, no metes goles; si la tienen ellos, hay que quitarsela". "Somos un equipo y tenemos el mismo compromiso", sentencia Ronaldinho.