Interior cambia a los directores de 31 de las 66 cárceles

La directora General de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, destituyó ayer a los directores de 21 prisiones españolas y cambió de cárcel a los máximos responsables de otras 10, en la mayor renovación de la cúpula del sistema penal llevada a cabo de una sola vez en los últimos 20 años. El cambio obedece a la intención de Gallizo de nombrar a personas de su confianza para aplicar su proyecto político, "totalmente diferente al del PP, centrado en el tratamiento de los presos y la resocialización", según fuentes de Prisiones. El relevo afecta a casi el 50% de las 66 cárceles que administra el Ministerio del Interior e incluye el nombramiento de siete mujeres como directoras.

Gallizo, que hasta su nombramiento había sido la diputada socialista encargada de los asuntos de prisiones, había barajado la posibilidad de efectuar los cambios de forma progresiva, tal y como se habían venido efectuando en los últimos años, pero finalmente optó por hacerlos todos de una vez. Las fuentes consultadas indican que los nombrados son personas en las que tiene plena confianza para que puedan aplicar su proyecto. Implícitamente, dan a entender que había perdido la confianza en los destituidos, la mayoría de los cuales seguirán trabajando en prisiones, pero no en puestos ejecutivos.

La renovación se produce en un momento en el que las cárceles están sobresaturadas, con una población reclusa de casi 59.400 internos (13.300 de ellos, en reclusión preventiva), lo que se ha traducido en un incremento tanto de las incomodidades como de los incidentes. Con estos cambios, el Gobierno considera culminada la renovación de los equipos directivos de Instituciones Penitenciarias.