'Sacrilegio' en Mundaka
Venía ya un poco quemado por una cuestión similar en la urbanización de Alicante donde veraneo, pero apenas fue nada comparada con la grave preocupación que me causó, al visitar unos parientes de Mundaka, ver anunciada en un enorme cartel la inminente construcción de un parking para vehículos en el mismo corazón del pueblo, a tres palmos de la iglesia de Santa María y prácticamente en primera línea de costa. Todo un execrable sacrilegio urbanístico, en principio de intención y voluntad, cometido por el Ayuntamiento, promotores y constructores, y que mañana puede ser bazofia insoportable de aguantar.
Un bello, pequeño y emblemático pueblo pesquero y turístico vasco, como es Mundaka, hoy conocido mundialmente por los campeonatos de surf, no puede meter en sus entrañas estos mamotréticos monstruos de hormigón, y menos para garajes. Sobre todo cuando pueden ponerlo detrás de la carretera general, en una zona discreta y con un buen acceso. Para la mayoría de los usuarios sería ésta una ubicación más cercana, sin tener que bajar a dejar el coche a la alameda, pasando por las principales calles del pueblo.
Los hispanorromanos que habitaron con entidad esa misma desembocadura de la ría de Gernika, donde ya hubo asentamientos casi dos milenios antes, tuvieron la visión, la imaginación y el decoro de no echarse encima de la costa con sus edificaciones de viviendas, dejando aquella para lo que son servicios portuarios, como se puede ver perfectamente en las mismas ruinas de Forua.
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