Riesgo, prestigio e innovación confluyen en la nueva temporada del CDN de Gerardo Vera
Tomaz Pandur, Lluís Pasqual y Valle-Inclán, entre las propuestas de la programación
De valiente, arriesgada y prestigiosa se puede calificar la temporada 2004-2005 del Centro Dramático Nacional (CDN) que presentó ayer su nuevo director, Gerardo Vera. Destacan en ella la ausencia de figurones, a pesar de contar con Tomaz Pandur, el último dios escénico desconocido en España, o Lluís Pasqual; la decisión de llamar teatro Valle-Inclán a la sala Olimpia, que se reabrirá en 2005; la creación de un "comité de sabios" con nombres como Sanchis Sinisterra o Luis García Montero, y la incorporación de jóvenes dramaturgos como Juan Mayorga.
Gerardo Vera, acompañado de Carmen Calvo, ministra de Cultura, y de José Antonio Campos Borrego, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música
(INAEM), reivindicó el papel del teatro público y dejó claro que hay que separarlo "descaradamente" del teatro privado. "Es indispensable que nuestras propuestas artísticas se vean libres de las reglas del mercado, persiguiendo no su rentabilidad económica, sino su repercusión social", señaló Vera, quien se plantea como objetivo prioritario realizar giras por todo el territorio nacional "con el fin de que el CDN sea el teatro de todo el Estado y una aventura teatral no sólo nuestra, sino de todos los creadores y, por supuesto, de toda la ciudadanía".
Los directores Tomaz Pandur, Lluís Pasqual, Roberto Cerdá, Ernesto Caballero, Antonio Simón, Ramón Simó, Natalia Menéndez; los dramaturgos Luis García Montero, Juan Mayorga, Javier García Yagüe, Raúl Hernández; el músico Goran Bregovich; los escenógrafos Christoph Schubiger, Frederic Amat, Jon Berrondo, Alfonso Barajas, y los actores Juan Margallo y Emma Suárez son algunos de los nombres que formarán parte de la programación de esta temporada, que comenzará el 14 de noviembre con Lágrimas de cera, una colaboración con el Festival Madrid Sur, que será clausurado en el teatro García Lorca de Getafe (Madrid) con esta propuesta solidaria, que gira en torno al 11-M, del director y autor Roberto Cerdá, puesta en pie con el CDN.
Además del equipo directivo, en el que se encuentra junto a Vera Isabel Navarro (una mujer que ha sido fundamental en las trayectorias profesionales de Lluís Pasqual, José Luis Gómez o el propio Vera), se ha creado un comité de lectura formado por jóvenes dramaturgos; talleres de creación literaria; un departamento internacional que establezca relaciones del CDN con teatros y profesionales extranjeros, y un "comité de sabios dramaturgos" formado por el también poeta Luis García Montero, José Sanchis Sinisterra y Juan Mayorga.
Por otra parte, Ramón María del Valle-Inclán, definido por Vera como "puente entre Cervantes y la modernidad", será protagonista no sólo esta temporada, con la puesta en escena de Cara de plata, con dirección de Ramón Simó. También se ha decidido poner su nombre al teatro que hasta ahora se conocía por sala Olimpia y se tiene previsto que a lo largo de los cuatro años de la presente legislatura se monten otros tantos títulos del autor de Luces de bohemia, obra que ya montara en el CDN, hace más de 20 años, Lluís Pasqual, con quien se ha contado esta temporada para revisitar uno de los grandes éxitos de su carrera, Roberto Zucco, del Bernard-Marie Koltès.
En la sala grande del teatro María Guerrero permanecerá hasta el 31 de octubre el montaje de Los verdes campos del Edén, de Antonio Gala, programado por el anterior equipo del CDN, para el que Vera tuvo palabras de agradecimiento. A partir del 18 de noviembre se estrenará Himmelweg (Camino del cielo), de Juan Mayorga. La programación de este teatro la cerrará la gran propuesta de esta temporada, que posibilitará dar a conocer en España a Tomaz Pandur, un esloveno que ha hecho temblar los cimientos del teatro contemporáneo con la puesta en escena de Los hermanos Karamazov. Aquí pondrá en escena Infierno (El libro del alma), basado en La Divina Comedia, de Dante, en versión de García Montero. Pero lo hará con actores y equipo español ya que la intención de Gerardo Vera cuando llame a grandes creadores de fuera de España es que trabajen con equipos de aquí.
También se ha cuidado primorosamente la programación de la sala de la Princesa, el segundo espacio con que cuenta el CDN, de unas 80 butacas. En ella se verán El señor Ibrahim y las flores del Corán, de Eric-Emmanuel Schmitt; El invierno bajo la mesa, de Roland Topor, y La persistencia de la imagen, de Raúl Hernández Garrido.
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