El candidato a presidir el PP extremeño descalifica al actual líder regional

El PP de Extremadura se ha transformado en una jaula de grillos ante la celebración de su próximo congreso regional, los días 23 y 24 de octubre. Los enfrentamientos y las descalificaciones se suceden entre sus principales dirigentes. Y toda vez que hoy por hoy los populares consideran imposible derrotar al socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, los líderes del PP extremeño se enzarzan para tomar posiciones de cara al 2007.

La crisis alcanzó ayer su punto más alto cuando Óscar Baselga, candidato a la presidencia regional, ex delegado del Gobierno y antes histriónico líder agrario que llegó a manifestarse en calzoncillos, tachó al actual presidente regional del PP, Carlos Floriano, de "mala persona", "envidioso y encolerizado", y le acusó de usar armas "tan antidemocráticas como el miedo, la coacción, la amenaza, el atrincheramiento del aparato del partido y la utilización personal del mismo". Atribuyó a Floriano "varios y cuantiosos sueldos" y la autoría de cartas difamatorias contra él.

Baselga, que compareció ante los medios de comunicación en un despacho alquilado por las dificultades que tuvo para usar la sede su partido,dijo, aseguró también que quiere dedicarse en cuerpo y alma al partido tras conocer que la dirección del PP había retirado su nombre de la terna para el Consejo de Administración de la futura radio televisión autonómica: "Con lo cual el señor Floriano me ha hecho un gran favor. Lo que lamento son las formas porque se demuestra que estamos dirigidos por una persona que no tiene talante democrático". Baselga cuenta con el apoyo del alcalde de Mérida, Pedro Acedo, a la que suma, siempre según su versión, el 80% de los votantes de la provincia de Badajoz y el 40% de los de Cáceres.

El candidato acusó a Floriano de "tener ambiciones personales puras y duras. Y yo creo que es bueno que los afiliados lo conozcan porque así no se puede hacer un partido grande en Extremadura, no se puede aspirar a ganar nunca a Rodríguez Ibarra".

La desazón era ayer la tónica dominante entre los militantes de base del PP extremeño: "Esto parece el ejercito de Pancho Villa", espetó un afiliado emeritense.