Lentas pero autóctonas
Seis centenares de quelonios se recuperan en Castellón en el Mas de les Tortugues del Desert de les Palmes
Las tortugas no son juguetes. No son animales domésticos. Son reptiles. Y su lugar no está en una pecera, ni en una bañera. La campaña contra la extinción de la tortuga mediterránea tiene en los niños un foco de atención. Concienciándoles a ellos de la problemática de la tortuga mediterránea y ayudándoles a comprender que se trata de una especie salvaje, no apta para retener en cautividad, se puede aminorar el peligro de su desaparición. Mientras tanto, el paraje natural del Desert de Les Palmes alberga el primer centro de recuperación y reintroducción de la tortuga mediterránea de la Comunidad Valenciana. Mas de les Tortugues es para estos reptiles del orden de los quelonios como un hotel de cinco estrellas para los hombres. Y con encanto y adaptado para personas con discapacidad.
Comprobada la adaptación de las tortugas al paraje se hará una suelta masiva
El centro cobija a cerca de seis centenares de tortugas de alrededor de una docena de especies. Todas ellas han llegado de manos de particulares, como donaciones, o de otros centros con exceso de población. La venta de especies exóticas, entre otras causas, provocó la desaparición de las especies autóctonas. De hecho, hasta ahora, la tortuga mediterránea sólo se podía encontrar en el norte de Cataluña, en las Islas Baleares, en Italia y en Francia. Sin embargo, desde hace dos años, diez ejemplares gozan de plena libertad en el paraje natural del Desert. Los cinco machos y las cinco hembras llevan acoplado un microchip que permite su seguimiento y control. En todos los casos se han adaptado con absoluta normalidad, con lo que, en primavera, se realizara otra suelta, esta vez, masiva.
Pero hasta llegar a la libertad, la especie mediterránea ha sido sometida a un proceso que comenzó en los años noventa con una campaña de recogida. "Muchas de ellas eran mediterráneas", según explicó ayer la coordinadora del centro, Marta Aguiló. Pero los biólogos también se encontraron con sorpresas como la donación de un ejemplar mordedor, capaz de arrancar, de un bocado, el dedo de una mano. Todas ellas fueron sometidas a un período de aclimatación y, en el caso de las mediterráneas, poco después, se liberaron diez ejemplares, todas hembras, en un recinto de semilibertad. Una vez comprobada la adaptación de los animales a las condiciones y la vegetación del Desert, se procedió a la suelta en libertad.
El consejero de Territorio, Rafael Blasco, inauguró ayer el Mas de les Tortugues, donde recibió 30 tortugas que serán reintroducidos en algún punto de la Comunidad Valenciana. Blasco señaló que el centro servirá para revitalizar el parque natural y destacó la adecuación para discapacitados del área recreativa y de parte del centro, en una actuación que ha sido posible gracias al convenio que firmó Territorio con la empresa BP.
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