Otra mente maravillosa
Premio al matemático Roberto Serrano, impulsor de la teoría de juegos
Cuando Roberto Serrano (Madrid, 1964) tenía 17 años tuvo que afrontar una situación traumática: la retinosis pigmentaria que padecía desde los seis se aceleró hasta dejarle completamente ciego. Inicialmente no aceptó la situación. Su ceguera amenazaba con truncarle una carrera de éxitos académicos. Pero la ayuda familiar y la de sus amigos, que le leían las lecciones, permitieron que aprobara el COU y la selectividad mediante exámenes orales.
Después aprendió braille, se licenció en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y logró 18 matrículas de honor. Impartió clases durante un año y tuvo como alumnos a Emilio Butragueño (actual director del Real Madrid) y a Manuel Sanchís, también jugador del equipo, del que Serrano es seguidor.
El profesor de la Universidad de Brown estudió toda la carrera después de quedar ciego a los 17 años
Su impresionante currículo le abrió en 1987 las puertas de una de las mejores universidades, Harvard, donde se doctoró en Economía tres años después. Lo mismo hizo en la Universidad de Brown, en Providence (Rhode Island), donde ahora ejerce la docencia y la investigación. Es también profesor visitante en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y en la Hebrea de Jerusalén. Hoy recogerá el III Premio de la Fundación Banco Herrero por su capacidad de análisis y desvelar claves de la política económica. En el jurado, presidido por Josep Oliu, presidente del Grupo Sabadell, figuran el economista Xavier Sala i Martín y José Ramón Álvarez Rendueles, presidente de la Fundación Príncipe de Asturias y de Aceralia. Andreu Mas-Colell fue uno de los economistas que presentaron la candidatura del premiado.
Roberto Serrano, casado y con dos hijas, ha publicado más de treinta artículos en las mejores revistas de Economía y Matemáticas, fundamentalmente sobre la teoría de juegos, aquella que fundamentó John Nash, el genio que padecía esquizofrenia y obtuvo el premio Nobel de Economía de 1994, encarnado por el actor Russell Crowe en la películ Una mente maravillosa.
Este madrileño fue el primer invidente admitido en Harvard en el área de Ciencias. "Los norteamericanos son pragmáticos", comenta. "Analizan el problema y te preguntan, ¿cómo lo podemos resolver? La solución fue grabar las clases y después, por la tarde, pasarlas a braille. Este lenguaje no es práctico para las matemáticas y ahora manejo un ordenador con adaptador de voz que me lee documentos. Para corregir exámenes cuento con la colaboración de ayudantes que graban los exámenes. También me acompañan a clase para escribir en la pizarra. No tendría sentido que yo emborronara el encerado con ecuaciones larguísimas."
Sus trabajos se centran en la aplicación de la teoría de juegos al análisis de los mercados. Esta teoría no analiza el azar sino los comportamientos estratégicos de los jugadores, siempre que la acción de uno influya en los otros. Tiene aplicaciones en la economía, la política, la mercadotecnia, la sociología y la informática.
Serrano cree que "la teoría de los juegos tiene tanta importancia en economía como la teoría de la relatividad en física". Y recuerda que los tres últimos Nobel del área han tenido relación con ella. Para este profesor, el problema de la economía es que "debe asignar unos recursos escasos a unas necesidades ilimitadas. Siempre habrá quien no se quede contento, pero si se hace bien se genera una riqueza que debe redistribuirse en la sociedad". Serrano considera a Estados Unidos un ejemplo en productividad y crecimiento económico, pero no en el reparto de la riqueza.
¿Y para qué valen estas teorías? "Quizá tengan que pasar décadas hasta que sirvan para diseñar la planificación económica de un Gobierno", comenta. De momento, él ya fue contratado por una compañía de telecomunicaciones británica para que le asesorara en una subasta de espacios radioeléctricos. "Consiguieron su objetivo a un precio más bajo del esperado", comenta.
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