Injusticia en el SAS

Tengo un amigo conductor en el Servicio Andaluz de Salud, funcionario de los de toda la vida, que si algo ha hecho es trabajar y dar todo por su profesión. Nunca le he visto una mala cara, siempre justificando los improperios de los que en algún momento ha sido objeto. Un gran hombre, con más virtudes que defectos, que entre viajes, esperas y traslados del director general al que ha estado asignado en los últimos años realizaba jornadas que superan con creces lo humanamente tolerable.

Cada mañana, cuando llego a la Consejería de Salud, que es donde él guarda el vehículo, lo veo a eso de las siete y poco lavando el vehículo oficial y presto para estar a su hora en su sitio. Lo he visto quedarse sin comer siendo las cinco o seis de la tarde mientras esperaba a que su jefe terminara de hacerlo en el correspondiente restaurante fuera de Sevilla y cuando éste ha salido ni siquiera ha sido preguntado por si había comido o no. Podría contar miles de éstas a las que ha sido sometido en estos años y él siempre ha tenido una disculpa para los desconsiderados. Pues bien, ahora que le queda poco para jubilarse, le estaban aguardando para darle su "premio" que no es otro que decirle que por una "reestructuración" pasa a trabajar con una furgoneta de reparto en horario de 8.00 a 15.00 horas, perdiendo más de la mitad de sus retribuciones. A los que han tomado esta decisión injusta e hiriente les digo que esta acción es para Cristóbal peor que un expediente disciplinario. ¿Por qué hacen esto con un buen trabajador en el tramo final de su carrera?

¿Qué les parecería si les quitaran de un plumazo sus jefaturas de servicio, direcciones generales, perdiendo poder adquisitivo en ingentes cantidades y sin explicación lógica? El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene una deuda de 1.205 millones de euros, entonces, ¿qué habría que hacer con cada uno de ustedes?