_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | Cuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Camp Nou abraza al nuevo Barça

Los azulgrana, pese a las lesiones y a encajar el primer gol, doblegan al Zaragoza con un juego espléndido y cuatro goles soberbios

Ramon Besa

El Barça se ha puesto guapo y la hinchada azulgrana bate las palmas, embobada como está con sus jugadores en el inicio del curso, feliz por tener un equipo con tanto garbo y buen gusto por el fútbol. Juega el Barcelona con una sonrisa en la boca, contento consigo mismo, inmunizado frente a las contrariedades, capaz de sobreponerse a los momentos de mayor apuro, como los que se le presentaron anoche en el Camp Nou.

Al cuarto de hora, el partido tenía un aspecto espantoso para el Barça víctima del mal fario que acostumbra a rondarle por la fiesta mayor, abatido por el Zaragoza, que jugaba favor de corriente pese a su tardía llegada al estadio por culpa del dichoso tráfico de cada día, ya sea fiesta, laborable o vigilia de puente. Víctor Muñoz paró un equipo grueso por dentro, de fuerte espinazo, y liviano por fuera, con muy buenas alas.

BARCELONA 4 - ZARAGOZA 1

Barcelona: Víctor Valdés; Gabri (Belletti, m.9), Márquez, Puyol, Sylvinho (Van Bronckhorst, m.3); Xavi, Edmilson, Deco (Iniesta, m.73); Giuly, Ronaldinho y Eto'o.

Zaragoza: Luis García; Cuartero, Alvaro, Milito, Toledo; Cani (Galleti, m.53), Movilla, Generelo (Ponzio, m.70), Savio; Drulic (Javi Moreno, m. 60) y Villa.

Goles: 0-1. M. 14. Villa recupera tras un error de Eto'o y, desde fuera del área, envía un cañonazo que se cuela tras tocar la base del palo.

1-1. M. 25. Eto'o recibe de Deco, finta a Cuartero y Alvaro y, desde la frontal, envía un zapatazo a media altura y ajustado al primer palo.

2-1. M. 46. Eto'o remacha sobre la línea de gol tras un medido centro de Ronaldinho.

3-1. M. 66. Trallazo a la escuadra de Xavi, desde fuera del área, tras recibir de Deco.

4-1. M. 78. Van Bronckhorst, por la izquierda, remata tras una asistencia de Ronaldinho.

Árbitro: Mejuto González. Mostró tarjeta amarilla a Toledo, Cani y Xavi.

Camp Nou. 74.600 espectadores.

Más información
Gabri estará seis meses de baja

Le interesaba al equipo maño parar al Barça en su línea de elaboración, dinamitar su sala de máquinas, y atacar a sus laterales, más ofensivos que defensivos. Generelo y Movilla, dos especialistas, se juntaron en el doble pivote para estrechar el camino de acceso azulgrana a la portería mientras Cani y Savio enfilaban las bandas con Villa apostado cerca del balcón del área.

En un partido exigente, que demandaba oficio y concentración, no había sitio para el joven Zapater, un futbolista exquisito que Víctor cuida con mimo. Rijkaard, en cambio, salió a la cancha con el plan previsto: rotan los laterales, Edmilson juega si Gerard no está bien y Ronaldinho y Eto´o comienzan el partido para que Larsson e Iniesta lo acaben. Las intenciones del técnico, sin embargo, se fueron al traste en un abrir y cerrar de ojos. Silvinho y Gabri cayeron doblegados, tal que les hubiera fulminado un rayo, y Eto'o habilitó a Villa para que rematara a Valdés con un zurdazo estremecedor por duro y certero.

Acelerado como juega, pendiente todavía de encontrar su rol en el equipo, Eto'o fue ayer inicialmente un problema para convertirse después en la solución. El camerunés erró como volante en la defensa de la jugada atacada por Villa para redimirse después como delantero. Al rato, empató Eto'o después de arrancar como un extremo izquierdo, habilitado por Deco, en una jugada de autor, en la que retrató a los centrales que le flotaban confiados en que marraría el remate, y al inicio de la segunda parte desequilibró la contienda como un ariete. Al cambio de orientación de Puyol, respondió Ronaldinho con un control excelente desde la banda, como si fuera un 11, y su pase terminal lo mandó a la red Eto'o desde la boca de gol.

Optimista, animado por su punto dulce de juego, el Barcelona espantó el fatalismo con la determinación propia de los equipos que juegan con confianza, sin reparar en las circunstancias ni tampoco en el adversario. Aun cuando el Zaragoza cerró las piernas, bloqueando las combinaciones del rival en la línea de tres cuartos, procurando siempre que el partido no tuviera ritmo, los azulgrana encontraron a menuda una salida a la pelota. Los cambios de orientación de los centrales y el medio centro oxigenaron tanto el campo como la velocidad de Giuly por el flanco derecho o las permutas entre Eto'o y Ronaldinho por la banda izquierda, procurando siempre que el penalti fuera un punto de llegada y no de estancia para cualquiera de los puntas.

Puyol tuvo gran protagonismo en un escenario que le comprometía especialmente. El Zaragoza apretó tanto a los laterales como a Márquez y Edmilson, para que fuera el central quien saliera del área con la pelola, y Puyol no sólo no se aflojó sino que templó con el acierto propio de un libre a la antigua. El segundo gol azulgrana desmontó al Zaragoza mientras el Camp Nou se entregaba a un Barça que cada vez se agradaba más, mejorado en cada jugada, jaleado por amigos y enemigos.

El tercer gol coronó no sólo el fútbol precioso de los azulgrana sino también el excelente momento de Xavi. El volante agarró un remate desde fuera del área que se coló por la escuadra. Una preciosidad a la que siguió una intervención majestuosa de Ronaldinho. El brasileño progresó por el campo aragonés hasta eliminar a todos los rivales que se le cruzaban en su camino al gol. Vaciada la portería, Ronaldinho erró el disparo, falto de precisión como está, sin la sensibilidad que requiere su tobillo, aún lastimado. Fallón como rematador, el mago azulgrana se exhibió como pasador, porque Van Bronckhorst metió el cuarto en una nueva maniobra excelente de Ronaldinho.

Al partido únicamente le faltó el gol de Ronaldinho para culminar la fiesta azulgrana, largamente aplaudida por el Zaragoza, que acabó entregado ante un rival imparable en ataque y serio en defensa. El Camp Nou viaja seguro con su equipo en el inicio del campeonato.

Álvaro y Eto'o, en una jugada en la que pugnan por el control del balón.
Álvaro y Eto'o, en una jugada en la que pugnan por el control del balón.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_