El Albacete se queda como colista
Los manchegos no pudieron con un rival igualmente inoperante en ataque
El Albacete y el Mallorca hicieron honor a sus puestos en la clasificación. Los dos únicos puntas que había sobre el terreno, Luis García y Rubén Castro, descubrieron lo que es la soledad. Mientras que el bermellón se tenía que pelear con toda la defensa manchega para tratar de controlar alguno de esos reiterativos balones que le mandaba la defensa y que parecían rozar el cielo antes de caer, Castro, que el año pasado fue el máximo goleador de Segunda, no entró en juego. El Albacete, a pesar de los intentos de Jaime, que fue el hombre más destacado del encuentro, le dejó desprovisto de compañía cada vez que pisaba campo ajeno.
No existió partido alguno. Las faltas tácticas y la insólita generosidad de unos y otros a la hora de ceder la posesión del balón se encargaron de la neutralización. El Albacete, espoleado por no haber logrado un solo punto en los tres primeros partidos ligueros, salió animoso al campo, pero Pacheco, el hombre encargado de dar el último pase, erró insistentemente en su tarea. Marcos -que fue sustituido por el veterano defensa Miguel Angel Nada- y Pereyra, que eran los supuestos directores de la orquesta del entrenador Benito Floro, fueron meros espectadores de la contienda. Arango, que dio indicios de que en sus botas hay buen fútbol y de que cuando se adapte a la Liga puede crear mucho peligro por su verticalidad, tuvo la mejor ocasión pasada la media hora del partido. Pero Valbuena, tras hacer una doble estirada, se encargo de desbaratarla. Rubén Castro también lo intentó, pero su falta de acierto dio al traste con sus intenciones.
ALBACETE 0 - MALLORCA 0
Albacete: Valbuena; Gaspar, Buades, Rubén, Mingo; Lawal (Mark González, m. 57), Álvaro (Viaud, m. 77), Jaime, Momo (Francisco, m. 83), Pacheco; y Rubén Castro.
Mallorca: Moyà; Cortés, Poli, Müller, Ballesteros; Jorge López (Perera, m. 90), Pereyra, Marcos (Nadal, m. 67), Marcos Valés, Arango; y Luis García (Delibasic, m. 55).
Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Cortés, Ballesteros y Lawal.
Carlos Belmonte: tres cuartos de entrada.
El técnico del Albacete, José González, trató de revolucionar el partido al realizar todos los cambios posibles. La entrada de Mark González fue la más notoria, pues pareció ser una inyección de vitalidad para los suyos. Sin embargo, el paso del tiempo apagó esa ilusión. Floro, por su parte, quitó a un Luis Gacía, exhausto e impotente con la intención de que Delibasic marcara como en la jornada anterior al Málaga. Tampoco dio ningún resultado.
Ni Luis García fue el aguijón que predijo en su día el entrenador manchego, ni el técnico Benito Floro halló solución a la carencia ofensiva de su equipo. Eso sí, el empate proporcionó el primer punto al Albacete, que, tras el triunfo del Getafe sobre el Espanyol, es colista en solitario. Al Mallorca, mientras, le aguarda para el próximo domingo un partido delicado contra el Barcelona en Son Moix.
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