El Madrid jugará la 'Champions' en Roma a puerta cerrada

Tras una reunión de una hora en la que mediaron los móviles debido a la incomparecencia física de alguno de sus miembros, el Comité de Control y Disciplina de la UEFA sancionó ayer al Roma con la derrota por 0-3 ante el Dínamo de Kiev -partido correspondiente a la primera jornada del grupo B de la Liga de Campeones- y dos partidos a puerta cerrada en el Estadio Olímpico.

La decisión del organismo responde a la agresión que el árbitro sueco Anders Frisk sufrió la semana pasada minutos después de expulsar al defensa local Philippe Mexes, sancionado también ayer con dos partidos por conducta antideportiva. Nada más finalizar la primera parte, una moneda de un euro lanzada por un tifoso desde la grada impactó en la frente del colegiado, al que las asistencias médicas del estadio le aplicaron varios puntos de sutura en el vestuario. El partido, que ganaban los ucranios 0-1, no se reanudó en la segunda parte al no recuperarse el árbitro, desde entonces de baja laboral. "Para ser honestos, la esperábamos", declaró el portavoz del Dínamo, Serhiy Dolkhosky, al poco de conocerse la sanción. "Es una decisión justificada que beneficia al deporte", añadió. Las visitas a la capital italiana del Bayer Leverkusen, el 3 de noviembre, y el Real Madrid, ya en el mes de diciembre, serán los dos encuentros que se disputen con las gradas vacías.

Satisfacción de los italianos

El club transalpino, aliviado por una sentencia "menor de lo esperada" y que no cuestiona "su profesionalidad", tiene hasta la medianoche del viernes para apelar la decisión, aunque ya ha anunciado que no presentará reclamación alguna. "Creemos que la decisión ya es bastante dura, debido a las pérdidas de ingresos por la ausencia de taquilla, en especial contra el Madrid", apuntaron fuentes de la UEFA a este periódico. La entidad romana comunicó a su vez que "tal sentencia debe ser también entendida como una amonestación para que episodios de tal gravedad e irresponsabilidad no vuelvan a repetirse, en consideración del hecho de que lo acontecido pone al club, a sus seguidores y a toda la ciudad de Roma, en las condiciones de ser observados de una forma particular por los órganos institucionales de la UEFA y aún más de toda la opinión pública".

Se da la circunstancia de que, con Anders Frisk de por medio, el Fiorentina ya fue sancionado con el cierre por dos partidos del Artemio Franchi, tras los incidentes protagonizados en la victoria del Barça (0-2) en las semifinales de la desaparecida Recopa en 1999 (0-2), mientras que el propio Roma fue castigado en 2002 con un partido sin público y 500.000 francos suizos por la batalla campal que se produjo al final de su enfrentamiento con el Galatasaray (1-1), también en la Champions.