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La familia real, de boda en La Granja

El sobrino del Rey, Beltrán Gómez Acebo, se casa con Laura Ponte

Los Reyes de España y el resto de miembros de la familia real encabezaron ayer la lista de 500 invitados, con representantes de la aristocracia y el mundo de la moda, que asistieron en La Granja (Segovia) al enlace matrimonial de Beltrán Gómez Acebo, hijo de la infanta Pilar de Borbón, con la modelo Laura Ponte. Además, los Príncipes de Asturias ejercieron de testigos del enlace: don Felipe por el novio y doña Letizia por la novia.

Un millar de personas aguantó a pie de calle y a pleno sol el desfile de los invitados, desde las cuatro de la tarde, dos horas antes de la ceremonia, que se celebró en la colegiata del Palacio Real, donde se encuentra el panteón con los restos de Felipe V e Isabel de Farnesio, quienes crearon esta real residencia, en el siglo XVIII.

Los príncipes de Asturias ejercieron de testigos: él por el novio y ella por la novia
La ceremonia se celebró en la colegiata del Palacio Real de La Granja

La ceremonia la ofició el padre Mateo Álvarez de Toledo, acompañado por el abad de la colegiata Isidoro Mardomingo, mientras que el grupo Magnificat fue el encargado de poner la música con un cuarteto vocal, otro de cuerda y un organista.

Entre los invitados se encontraba el príncipe noruego Haakon Magnus, que no estuvo acompañado de su esposa, Mette-Marit; así como Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla; la baronesa Thyssen, Tita Cervera; la modelo Nieves Álvarez; y Marcelino Oreja, entre otros.

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El griterío de la gente anunció la llegada de los Príncipes de Asturias, que hicieron una gran parte del recorrido a pie. La pareja había pernoctado en la localidad segoviana de Torrecaballeros, donde tuvo lugar una fiesta de despedida de solteros con asistencia de unos 200 invitados, en su mayoría jóvenes.

El novio y la madrina, doña Pilar de Borbón, accedieron al recinto palaciego sobre las 17.50. Pocos minutos después lo hizo la novia con su padre y padrino, José Manuel Ponte, en un Rolls Royce de 1933.

La modelo de origen gallego y asturiano esperó unos segundos a que los Reyes de España y las infantas Elena y Cristina, con sus respectivos esposos, entraran al templo, después de saludar al alcalde de La Granja y miembro del consejo de Patrimonio Nacional, el socialista Félix Montes.

Los adornos del viejo automóvil jugaron una mala pasada a la modelo, ya que se le enganchó la mantilla, lo que mantuvo unos segundos en vilo a la novia, que lucía un modelo del diseñador Miguel Palacio.

El vestido, de tono hueso, era muy ceñido por arriba y apenas llevaba cola, aunque colgaba por detrás unos 15 centímetros. Laura Ponte llevaba un velo que le tapaba la frente, adornado con una joya en el centro, propiedad de la infanta doña Pilar. Todo el conjunto era de estilo años veinte, a juego con el vehículo que la llevó hasta la iglesia.

Tanto la entrada como la salida del templo pudo ser seguida por los medios de comunicación pero no se permitió el acceso al núcleo de Cabanillas del Monte, de 30 habitantes, donde se celebró el banquete y la fiesta posterior, prácticamente tomado por la Guardia Civil.

La boda contó con un seguimiento espectacular de la prensa conocida como del papel couché, muchas de cuyas publicaciones adelantarán la salida de sus números, a principios de semana.

La presencia de varias invitadas embarazadas dio pie a muchos comentarios sobre la posibilidad de que también lo estuviera la princesa Letizia Ortiz, aclamada por el público, junto a su esposo, el Príncipe de Asturias. "Felipe","Leticia", gritaba el gentío, que no se olvidó de la presencia de los Reyes, que saludaron al público.

Don Juan Carlos y doña Sofía acompañaron a los novios y a los padrinos, para posar ante la fachada de la colegiata. Beltrán Gómez Acebo y Laura Ponte, ya casados, ocuparon la parte techada del Rolls de época, con el que abandonaron el real Sitio de La Granja.

Coincidiendo con la caída de la tarde, los invitados llegaron al lugar del banquete, un antiguo rancho de esquileo, con antecedentes en el siglo XVI, que formaba parte de la cadena del negocio de la lana en el siglo XVIII. El histórico edificio, con una superficie de 2.200 metros cuadrados construidos, ha sido remodelado y decorado para la ocasión, en una operación que han seguido estrechamente la novia y su madre. Beltrán Gómez Acebo y Laura Ponte han acudido en varias ocasiones a este paraje, donde han celebrado fiestas y donde se casó el hermano de la modelo, Jacobo Ponte con Isabel de Peñalosa, hija de uno de los propietarios del inmueble.

El interior fue enmoquetado y entarimado para distribuir a los 500 invitados en mesas de 10 personas. El menú, del restaurante La Portada, estuvo compuesto por un aperitivo a base de jamón de Jabugo, queso curado de oveja, consomé de tomate, tostas de codornices escabechadas y de bacalao confitado, croquetas de hongos, langostinos crujientes, torreznos, tartar de solomillo y ensalada de colas de cangrejo con mango y gambas. El plato fuerte consistió en cabrito asado y el postre el popular ponche segoviano con galletas de manzana de reineta.

Aparte de la fiesta que se celebró en la madrugada del sábado, también estaba previsto el desarrollo de un baile al que acudirían amigos y conocidos de la pareja, aunque no hubieran asistido al banquete anterior.

De izquierda a derecha, la Reina, Beltrán Gómez Acebo, Laura Ponte, el Rey, la infanta Pilar y José Manuel Ponte.
De izquierda a derecha, la Reina, Beltrán Gómez Acebo, Laura Ponte, el Rey, la infanta Pilar y José Manuel Ponte.EFE
Beltrán Gómez Acebo y la modelo Laura Ponte, acompañados de la infanta Pilar, en un momento de la ceremonia.
Beltrán Gómez Acebo y la modelo Laura Ponte, acompañados de la infanta Pilar, en un momento de la ceremonia.EFE

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