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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Los goles mandan en Valencia

Di Vaio, con dos tantos, y el reaparecido Mista, con otro, certifican el triunfo frente a la Real

El gol lo transforma todo, como saben los delanteros mejor que nadie. Y como pudo comprobar anoche Di Vaio, sumido en una gran confusión hasta que logró un certero testarazo que le abrió las puertas de Mestalla. Hasta entonces las había tenido cerradas por el enrarecido ambiente que había dejado la suplencia política de Mista. Pero los goles mandan y Di Vaio firmó ayer un par de ellos que le otorgan crédito para rato. El mismo que se encargó de recuperar el mencionado Mista, que apovechó su entrada en el segundo acto para reivindicar su petición de aumento de sueldo con otro tanto. Tantas ganas de reivindicarse las acabó pagando la Real.

Se da por supuesto que ahora los equipos más que estudiarse, se diseccionan unos a otros. De arriba abajo. Ponen cámaras por todos lados y aseguran que no hay secretos entre ellos, que analizan las virtudes y los vicios del rival hasta la extenuación. Eso es lo que se supone. Otra cosa en la realidad. La que se vio ayer en Mestalla. Llega el minuto 37 del partido. El Valencia lo está pasando mal ante la tela de araña técnica que ha urdido Amorrortu en su centro del campo, que se impone contra pronóstico en Mestalla. Sin una referencia clara arriba, sólo Nihat que juega entre líneas, el conjunto donostiarra se apodera de la pelota y logra encajonar a su poderoso adversario en buena parte del primer tiempo. Hasta que llega el mencionado instante, precedido por un garabato de Aimar a Gabilondo en forma de caño que acaba en falta a tres o cuatro metros del pico derecho del área grande. Pues bien, allí acude Vicente, un zurdo, a botar la falta a pie cambiado. La lanza enroscada, al primer palo, y allí acude Di Vaio para peinar de cabeza a gol. Nada extraño si no fuera porque el Valencia ya practicó con éxito la misma jugada, exactamente la misma, en la segunda jornada de Liga, ante el Villarreal.

VALENCIA 3 - REAL SOCIEDAD 1

Valencia: Cañizares; Curro Torres, David Navarro, Marchena, Moretti (Caneira, m. 73; Angulo, Sissoko, Baraja, Vicente; Aimar (Mista, m. 52); y Di Vaio (Corradi, m. 65).

Real Sociedad: Riesgo; López Rekarte, Luiz Alberto, Brechet, Gabilondo (Oskitz, m. 60); Karpin, Arteta, Alonso, Alkiza (Gari, m. 60), Garrido; y Nihat (Aramburu, m. 73).

Goles: 1-0. M. 37. Centro desde la derecha a pie cambiado de una falta de Vicente que cabecea a gol desde el primer palo Di Vaio. 2-0. M. 50. Cambia de orientación de Aimar que cabecea a gol Di Vaio. 3-0. M. 74. Mista cabecea un centro desde la derecha de Curro Torres. 3-1. M. 82. Arteta, de penalti.

Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Alkiza y Karpin.

Unos 35.000 espectadores en el estadio de Mestalla.

El cabezazo de Di Vaio cortó profundamente el tránsito que había dirigido el encuentro. Empezando por el propio delantero italiano, un manojo de nervios hasta el gol. Al sentar a Mista en el banquillo, Ranieri carga a Di Vaio de una presión tremenda que ayer pareció superarlo hasta que encontró el centro de Vicente. Entonces sí, despegó Di Vaio y se liberó de tanta tensión acumulada.

Tampoco Aimar le ayudó como se esperaba en este arranque del choque. Con los brazos en jarra e inclinando levemente el torso hacia delante, el media punta argentino expresaba así su fatiga. Dos partidos en cuatro días después de ocho meses de inactividad hacen mella en su cuerpo tan liviano. Se animó tras el caño que propició el primer tanto e inició el segundo periodo con un toque de distinción que puso a Mestalla de pie: recibió la pelota pegado a la cal del interior izquierdo, oteó el horizonte, descartó el desmarque de Vicente, que le pedía el balón insistentemente, y de pronto vio algo que nadie vio: un centro que suponía un cambio completo de orientación para que el cuero cayera justo donde di Vaio sólo hubo de cabecearlo a las mallas. Inmediatamente después, Aimar fue sustituido ante la aclamación de la grada. Después se supo que cuando centró ese balón, Aimar ya estaba lesionado: el enésimo tirón muscular que tanto le atormentó el pasado curso.

Entró Mista, bien recibido por el público. Pero el protagonismo inmediato lo adquirió Vicente, que sigue con el hambre insaciable de gloria. Fue un puñal por la banda izquierda que abrió en canal a cuantos se pusieron en su camino El cuadro de Ranieri cedió el campo y se dedicó a economizar recursos. Es uno de sus estados preferidos. Casi es como si hibernara. Se hace el adormecido hasta que de repente se despierta para machacar. Lo hizo Curro Torres en ese centro desde la derecha al que no llegó Corradi, pero sí Mista para reencontrarse con el gol. El delantero murciano lo celebró efusivamente y se dirigió sobre todo a la grada.

Mista intenta apoderarse del balón en lucha con un jugador de la Real Sociedad que le agarra de la camiseta.
Mista intenta apoderarse del balón en lucha con un jugador de la Real Sociedad que le agarra de la camiseta.JOSÉ JORDÁN

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