El Centro de Convenciones capta 119 congresos con 250.000 asistentes hasta el año 2007

Unas 250.000 personas asistirán en los próximos tres años en el nuevo Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) a 119 congresos y reuniones de entidades y empresas que ya están contratadas. Así de optimistas son las perspectivas de la sociedad GL Events, que explotará el complejo cuando cierre sus puertas el Fórum. El 27 de septiembre, el día después del fin del evento, se iniciará el desmontaje de las salas y los despachos del CCIB para prepararlo para su uso.

El CCIB volverá a abrir sus puertas el 1 de noviembre para celebrar los primeros congresos y reuniones. Será, sin duda, una de las primeras piezas del rompecabezas del Fórum que iniciarán su nueva andadura. Otras, como el zoo marino, podrán salir de la situación de indefinición sobre su futuro cuando el Ayuntamiento y el Ministerio de Medio Ambiente reanuden las negociaciones.

El CCIB será explotado por la sociedad GL Events, cuyo capital mayoritario corresponde la sociedad francesa Générale Location, el 12% al Ayuntamiento de Barcelona y el restante 8% al Gremio de Hoteleros. La empresa está especializada en la organización de acontecimientos internaciones y en la gestión de palacios de congresos y centros de convenciones.

A poco más de un mes de su reapertura, los gestores del CCIB tienen peticiones de congresos y reuniones del mercado de negocios hasta 2013. Jesús Álvarez, director del CCIB, está convencido de que el futuro del centro es excelente, tanto que no duda en colocarlo a la altura de los de París, Ámsterdam y Berlín "por el tipo de instalaciones y tecnología, y por el atractivo de Barcelona".

Será a partir de 2005 cuando el CCIB se estrenará con algunos de los congresos con la capacidad máxima, 15.000 asistentes, y se celebrarán en él grandes congresos médicos, de primeras firmas de la automoción y de empresas punteras en tecnología e informática.El CCIB tiene 70.000 metros cuadrados, 45 salas de reunión y 11.000 metros cuadrados de exposición, superficie que actualmente está ocupada por las exposiciones Voces y Ciudades, esquinas. Esas dimensiones lo convierten en uno de los mayores centros de convenciones del sur de Europa. La sociedad también explotará el auditorio del edificio Fórum, que dispone de 3.200 butacas.

El director del centro asegura que la zona se convertirá en uno de los nuevos polos de la ciudad e insiste en subrayar el "esfuerzo político importante" para reformar toda el área del Fórum: "Estoy seguro de que se generará un entorno urbano mejor".

El CCIB, obra del arquitecto Josep Lluís Mateo, tendrá que acondicionar también las dos cocinas, una de 1.500 metros cuadrados en el sótano y otra más pequeña, de 500, en la planta superior, para dar servicio a las dos salas de banquetes, una de las cuales -la del piso superior- se asoma al mar.

Dentro de una semana, el Fórum estará a punto de empezar a desmontar gran parte de las instalaciones que ha ocupado en el puerto de Sant Adrià, en la jaima y el parque de los Auditorios. Se iniciará entonces un tiempo de preparación de los edificios y las instalaciones para su uso definitivo. Algunas tardarán más, como la segunda pérgola fotovoltaica, de 6.000 metros cuadrados, donde ahora está el Cielo de los Talismanes; otras menos, como el acondicionamiento del puerto y de los locales. El parque del norte, situado delante de la incineradora y ocupado durante el Fórum por el Campamento de la Paz, se abrirá. El de los Auditorios, sin embargo, estará un tiempo cerrado mientras de desmontan las gradas y se reponen las losas del suelo.

Hay espacios que por ahora no tienen un uso muy definido, al menos de forma continuada. Es el caso, por ejemplo, de las 10 hectáreas de la plaza que quedarán entre la futura pérgola y los dedos del puerto. Algunos responsables municipales plantean que en ese espacio se celebre la Feria de Abril o festivales como el Sónar y actividades que no suelen tener un emplazamiento claro en la ciudad, por ejemplo los espectáculos del Circ Soleil. La explotación de ese espacio, igual que el de la zona de baños, correrá a cargo de la empresa Barcelona de Servicios Municipales (BSM). Mientras, el futuro del zoo marino parece estar de nuevo en la palestra. Tras la negativa del Gobierno del Partido Popular a dar el definitivo visto bueno, se han emprendido las conversaciones con los nuevos responsables del Ministerio de Medio Ambiente.