"El 11-M se juzgará en una sala alternativa fuera de la Audiencia"

Javier Gómez Bermúdez, de 42 años, malagueño de Álora, es juez desde los 24 años. Ahora acaba de ser nombrado presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en medio de las protestas del sector progresista del Poder Judicial por entender que otros candidatos, como el juez Baltasar Garzón, eran mucho más antiguos y de currículo más brillante. Él sostiene que no todos eran más antiguos y que quizá su currículo se ajustaba mejor al perfil del cargo que el de otros.

Pregunta. ¿Cómo ha sido recibido por sus colegas?

Respuesta. Bien, me han dado muestras de estar dispuestos a ayudarme y apoyarme en el desempeño de esta función.

P. Sin embargo, a su toma de posesión no asistió ningún representante del sector progresista de la Judicatura, ni ninguno de los otros candidatos.

"Tendré un control periódico y riguroso de la actividad de la Sala de lo Penal y de sus magistrados"

"La tensión de juzgar a un banquero o a un etarra es distinta, pero no deja de ser el enjuiciamiento de una persona acusada de un delito"

R. No es cierto. Asistió, entre otros, el fiscal general del Estado. En cuanto a los compañeros ausentes, no es obligatorio asistir a las tomas de posesión y, menos tres de ellos, todos estaban fuera de Madrid. Yo primaría a los que sí asistieron: representantes de varias salas del Supremo, de las Fiscalías... Me sentí muy arropado y muy querido. Y mi máximo respeto hacia la decisión de los ausentes.

P. Pero el fiscal del Estado asistió como representación institucional.

R. Él no asiste a todas las tomas de posesión.

P. Alguno de sus colegas insinúa que debería incapacitarse a algún magistrado de esta Sala, cuyo trabajo tienen que realizar suplentes, y que otros no cumplen el horario y carga de trabajo. ¿Viene usted a poner orden en la Audiencia Nacional?

R. Su pregunta parece referirse a algunos magistrados que tienen problemas de salud. Y estos magistrados gozan del irrenunciable derecho a la inamovilidad, que es garantía de independencia. En tanto sus enfermedades no sean tributarias de incapacidad, la valoración sobre la cualidad de cada enfermedad no corresponde al presidente de la Sala de lo Penal que sí está firmemente decidido a ayudar a esos compañeros facilitando su tarea. Desde luego, lo que no es cierto es que no hagan su trabajo. Puede ocurrir que estas enfermedadesinterfieran el curso procesal de algún juicio de extraordinaria duración, pero la solución no pasa, en ningún caso, por prescindir de la labor de estos compañeros, sino en adaptar su trabajo. No obstante, tendré un control periódico y riguroso de la actividad de la Sala de lo Penal y sus magistrados, con la finalidad de adoptar las prevenciones necesarias para que los procesos se resuelvan en tiempo razonable y de forma adecuada.

P. Ha dicho recientemente que los miembros de ETA tendrán que estar presentes en sus respectivos juicios. ¿Cómo va a conseguir que no fuercen su expulsión de la sala?

R. Lo que he dicho es que la legislación no permite que se juzgue a nadie en rebeldía ni sin estar presente, salvo que la pena sea inferior a dos años. Esto es una garantía para el propio procesado y un derecho de todos los ciudadanos, por tanto lo que voy a tratar de hacer es que se cumpla la ley y no permitir el automatismo con el que hasta ahora se expulsaba a los procesados. Cuestión distinta es que la propia ley prevea que si se altera el orden por parte del acusado, se le pueda expulsar temporal o definitivamente. Lo que anuncio es que se van a adoptar medidas para evitar la perturbación sistemática del orden en la sala.

P. En el próximo curso se iniciarán varios macrojuicios contra el entorno de ETA, al parecer en un pabellón de la Casa de Campo, como ya se hizo en la Colza o el caso Nécora. ¿Tiene previsto que ese pabellón tenga carácter permanente?

R. Mi voluntad es que sea una sede permanente y alternativa. Aunque en principio la ubicación puede ser en la Casa de Campo, no están descartadas otras alternativas, sobre todo en función de la urgencia en su acondicionamiento.

P. ¿Se celebrará allí el juicio por el 11-M?

R. Está previsto que en la nueva sala se celebren juicios en los que el número de procesados sea superior a 30. Y, de momento, en el 11-M hay 55 acusados, de los que 17 están en prisión, por lo que está en esa previsión. En todo caso, habrá que valorar la eficacia, la seguridad y el acceso del público.

P. El año que viene, en su calidad de presidente de la Sección Primera de la Audiencia Nacional , le corresponderá juzgar al presidente de un banco. ¿Se afronta igual el juicio del banquero más importante del país que el de un terrorista de ETA?

R. Son tipos de delitos diferentes y, desde luego, la tensión propia del juicio también es distinta, pero no deja de ser el enjuiciamiento de una persona acusada de un delito. Es conocida mi especialización en delincuencia económica, habiendo sido ponente de los casos PSV, Huarte o miembro de los tribunales de los distintos procesos englobados en el caso KIO. Desde esta perspectiva, enjuiciar el asunto al que usted alude es profesionalmente muy interesante.