La oposición polemiza con Rabanera por el aumento del coste de la Éibar-Vitoria
El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, y los partidos de la oposición llevan un par de semanas polemizando en torno al aumento del coste del tramo alavés de la futura autopista de peaje Éibar-Vitoria (AP-1). De los 122 millones de euros inicialmente presupuestados se ha pasado a 133,3 millones. Un desvío que ha inquietado a la oposición, que no ve nada claro a qué se debe.
El equipo de gobierno de la Diputación justifica el aumento en que el puerto de Arlabán, de más de tres kilómetros de longitud, deberá sufrir tres perforaciones en lugar de las dos previstas, y en que se dará un incremento importante de las medidas de seguridad. Dos razones que no han terminado de convencer a la oposición, que califica de "grave" un desfase que podría endeudar más a la Diputación. PNV y EA incluso han propuesto la creación de una comisión en las Juntas Generales que investigue la desviación del gasto, algo que deberá decidir el pleno de la Cámara. Ezker Batua apoya la constitución de la comisión, pero el PSE aún no se ha pronunciado.
En su último día en el cargo como diputado de Obras Públicas, Rodolfo Sáenz de Ugarte, compareció ayer ante las Juntas Generales para explicar que el desfase se debe a que los primeros cálculos se hicieron sobre proyectos de trazado y ahora se trabaja ya con proyectos constructivos, previos a encargar la ejecución de las obras.
La Diputación puso la primera piedra del trazado alavés el pasado 12 de mayo. La construcción de esta autopista es el mayor reto de la historia de la provincia en materia de infraestructuras. A su paso por Álava, la AP-1 recorrerá 14,5 kilómetros. El objetivo es inaugurar el primer tramo del recorrido, Luko-Arlabán, de unos 7,5 kilómetros, en el año 2007.
