Eficacia y seguridad

Aunque el Serie 1 es el BMW más pequeño, en la práctica resulta sólo un poco más corto que el Serie 3. Mantiene la deportividad de la marca en la posición de conducción y el tacto general, y estrena novedades mecánicas importantes. Pero sobre todo aporta una impecable calidad de conducción y permite disfrutar de un comportamiento que lo sitúa como referencia en su tamaño.

El turbodiésel más potente

El Serie 1 estrena la última evolución del motor 2.0d turbodiésel de BMW, que incluye el raíl común de segunda generación con 1.600 bares de presión y rinde 163 CV, la potencia más alta del mercado en esta cilindrada.

No destaca por su sonido refinado, pero con la ayuda de un cambio manual de seis marchas muy bien escalonado ofrece una respuesta impresionante casi desde el ralentí, tiene una fuerza sorprendente entre 2.500 y 4.000 vueltas, y se puede estirar por encima de 4.500, aunque no hace falta. El accionamiento del cambio es mejorable, porque la palanca tiene unos recorridos largos y poco deportivos, pero el conjunto aporta unas prestaciones muy brillantes que permiten viajar a ritmos altos disfrutando de todas sus cualidades. Además tiene el mérito de conseguirlas con unos consumos muy bajos que contrastan con lo que corre: puede gastar menos de seis litros en conducción tranquila y es difícil pasar de ocho, tanto en ciudad como cuando se estiran las marchas.

Comportamiento sobresaliente

Este brillante rendimiento se completa con un comportamiento dinámico que sitúa al Serie 1 por delante de los coches de su tamaño. La rigidez del chasis, las suspensiones y la propulsión trasera, que le permite ofrecer un reparto de peso ideal entre los dos ejes (50/50), aportan una estabilidad y calidad de conducción sobresalientes en todos los trazados.

El Serie 1 se conduce con dos dedos, responde con una suavidad y precisión casi perfectas y hace disfrutar al conductor por su elevada eficacia. En trazados rápidos circula con mucho aplomo, y aunque es menos cómodo que el Serie 3, permite viajar de forma más descansada que otros coches de su tamaño. En trazados virados muestra una agilidad y estabilidad que convierten en bueno a cualquier conductor. Además incluye unas ayudas electrónicas a la última (ABS y control de estabilidad DSC) que actúan sólo cuando se necesita sin que apenas se note y los frenos paran el peso con contundencia. El resultado es una conducción siempre divertida y a la vez segura que hace honor al lema de la marca y permite disfrutar al volante.

El Serie 1 incluye también soluciones prácticas avanzadas: luces de freno de doble intensidad que avisan al coche de detrás en frenadas bruscas, neumáticos antipinchazos que permiten circular 150 kilómetros sin aire... Todo esto lo convierte en el modelo más sofisticado de su tamaño.