Dos hombres mueren al estallar un almacén ilegal de explosivos

Una serie de explosiones en una nave de material de efectos especiales cinematográficos mató ayer a dos trabajadores de un taller adyacente en un polígono industrial en el distrito de Puente de Vallecas, en Madrid. Aún se desconocen las causas de la deflagración, pero, según fuentes de la investigación, en el interior se encontraban 400 kilogramos de cloratita, pólvora y cartuchos, a pesar de que la nave carecía de licencia para almacenar explosivos.

Dos trabajadores murieron ayer tras una espectacular serie de explosiones ocurrida hacia las 8.55 en un almacén de material de efectos especiales cinematográficos en el polígono La Cerámica, en el distrito de Puente de Vallecas. Los trabajadores fallecidos, Valentín Fernández, de 34 años, y Antonio Sánchez, de 36, eran empleados en un taller de coches adyacente al almacén explosionado, Efectos Especiales Cinematográficos Molina. Ambos murieron sepultados por los escombros tras derrumbarse los muros interiores que les separaban del almacén.

Según el abogado del propietario de la nave, Antonio Molina, no había nadie en el interior en el momento de la explosión, que destrozó completamente el almacén. A consecuencia de la deflagración resultó herido grave un hombre, de 42 años, empleado del almacén, que en ese momento se disponía a entrar. Fue ingresado en el hospital de La Paz con quemaduras en el 20% del cuerpo. Ocho personas sufrieron heridas leves, entre ellas trabajadores del polígono, viandantes y vecinos. La onda expansiva provocó graves desperfectos en un edificio cercano, cuyas 12 viviendas fueron desalojadas por los bomberos.

Tres explosiones

Según los testigos, la primera explosión, hacia las 8.55, fue seguida inmediatamente de otras dos y, durante unos 30 minutos, de otras muchas de menor intensidad y que describieron como "ráfagas o petardos". La fuerza de la onda expansiva derribó los muros del almacén, tanto exteriores como interiores, y envió cascotes a varios cientos de metros a la redonda. Varios impactaron contra la fachada de una vivienda en la que había una mujer, que sufrió heridas leves, y un menor que resultó ileso. Varios turismos quedaron destrozados, así como muchas ventanas de las naves del polígono.

Tanto los vecinos como los trabajadores del polígono fueron evacuados rápidamente, según los testigos, que explicaron que, a esas horas, en el sector del almacén explosionado se encontraban pocos empleados. "El desastre pudo haber sido aún mayor", añadieron.

Los bomberos, los servicios de emergencias y la policía acudieron hacia las 9.10 al lugar, que fue completamente acordonado. Según el jefe de bomberos de Madrid, Juan Redondo, fueron necesarios 45 minutos para controlar el fuego. Los bomberos tuvieron que trabajar sin saber si seguía habiendo material explosivo en el interior de la nave.

Según el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que visitó el lugar de los hechos, la nave tenía licencia para almacenar armas de fuego inutilizadas, para el rodaje de películas. Pero en ningún caso los 400 kilogramos de explosivos que, según fuentes de la investigación, se encontraban en su interior, a pesar de que el almacén era inspeccionado anualmente por la Guardia Civil, la última vez el pasado mes de marzo, sin que fuera detectada ninguna irregularidad.

El propietario de la nave se encuentra a disposición judicial y desmiente que en su interior se encontrase material explosivo. Según la Delegación del Gobierno, podría enfrentarse a una acusación de presunto "homicidio por imprudencia" por el almacenamiento de pólvora sin licencia.