Los sondeos indican que Bush sale reforzado de la convención y aventaja a Kerry en 11 puntos
El candidato demócrata dice que "a los republicanos les es imposible decir la verdad"
La campaña electoral de las presidenciales norteamericanas entra en su fase decisiva -la que está comprendida entre mañana, día del Trabajo, y el 2 de noviembre, día de las elecciones-, con ventaja de George W. Bush en el primer sondeo después de la convención de Nueva York. Aunque en dos meses puede ocurrir de todo, el presidente toma impulso en el trampolín de la convención para lanzarse a una campaña ya sin descanso, igual que el demócrata John Kerry, que trata de recuperar el terreno perdido y que acusa a los republicanos de mentirosos.
El sondeo de la revista Time, elaborado en la semana de la Convención de Nueva York, indica que Bush tiene el respaldo del 52% de los votantes y que Kerry ha descendido al 41%. El ecologista Ralph Nader se mantiene en el 3%. Las encuestas de la semana anterior mostraban un empate entre Bush y Kerry, con cierta ventaja del primero. Si la diferencia superior a 10 puntos se confirmara en los sondeos que habrá en los próximos días, sería la primera vez desde las primarias, en el invierno, que se produce una distancia semejante.
Era de esperar el salto adelante de Bush, por dos razones. En primer lugar, Kerry quedó tocado en agosto con la venenosa polémica de su historial en Vietnam: aunque las acusaciones de que ganó sin méritos sus medallas no tienen base, sembraron la duda sobre el eje que el demócrata ha elegido como definitorio de su carácter y de su personalidad. Y, en segundo lugar, con una Convención bien organizada, como la de Nueva York, sale reforzado el presidente, porque ha calado el mensaje de que él garantiza mejor la seguridad en tiempos de guerra contra el terrorismo. Eso es lo que cree el 57%, frente al 36% que da su voto de confianza a Kerry. Incluso algo tan difícil de sostener como la situación en Irak encuentra un 59% de apoyo ante un 38% de crítica.
"Sin duda la posición de Bush es mucho mejor que hace unas semanas. Tiene al partido unido, con lo que se evita el problema que tuvo su padre: no tiene que preocuparse de la base más conservadora y puede intentar ampliar su alcance hacia los independientes e incluso hacia los demócratas más conservadores. En eso le ayudan John McCain, Rudy Giuliani, Arnold Schwarzenegger y su propia esposa, Laura Bush", cree el comentarista político Bill Schneider. ¿Pero es que quedan votantes independientes, que existen los indecisos? "Bueno, es cierto, sabemos que están ahí, pero nadie los ha visto. ¡Son casi una especie en vías de extinción!", afirma Schneider, que cree que ayuda a entender las estrategias de los partidos: "Más que de conseguir a los indecisos, teniendo en cuenta que hay pocos, se trata de motivar y fortalecer a los seguidores propios, de no perder ningún voto y de conseguir más participación. Eso explica la división tan fuerte de estas elecciones".
En el tono que domina esta áspera campaña, Kerry -para satisfacción de muchos de sus seguidores, que le reprochan falta de instinto asesino- elevó ayer el tono en Ohio: "Cada vez que los republicanos abren la boca les es imposible decir la verdad. Ya es hora de que tengamos un presidente al que se le pueda mirar a los ojos y saber que dice la verdad". Kerry aseguró que no iba a dejar que cuestionaran su historial personas -como Bush y Cheney- que se escaquearon de ir a Vietnam y añadió que el dato de empleo de agosto (144.000 nuevos puestos de trabajo) demuestra que Bush acaba su mandato como un presidente que destruye empleo. Bush utilizó el mismo dato para decir, en Wisconsin, que "la economía crece de nuevo" y que supera "una recesión, los escándalos de grandes empresas y los atentados terroristas".
Tanto Kerry como Bush dedican todo su tiempo en este largo fin de semana a hacer campaña en Estados como Ohio, Wisconsin, Michigan Pennsylvania, Nuevo México o Iowa en los que se decidirán las elecciones.
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