Los envíos de dinero de los inmigrantes son el principal ingreso de sus familias

Las remesas de dinero que los inmigrantes envían a sus familiares es una de las cuestiones que mayor presencia tienen en el diálogo Movimientos humanos e inmigración, del Fórum. Apoyan su importancia datos como que el dinero que los latinoamericanos envían representa el 60% de los ingresos de sus familiares; o que el Banco Mundial estima que este año se enviarán remesas por valor de 100.000 millones de dólares.

Las transferencias de dinero, la progresiva feminización de la inmigración y las migraciones a Estados Unidos fueron algunas de las cuestiones que más ocuparon a los ponentes y asistentes al encuentro a lo largo de las sesiones.

El 60% de los inmigrantes latinoamericanos envían dinero a sus familiares. Un dinero que supone el 10% de lo ganado en el mundo rico, pero que en el pobre se multiplica hasta suponer el 60% de los ingresos de sus familiares. En Marruecos, las transferencias de familiares emigrantes mantienen a 1,2 millones de personas.

Los beneficios de estas remesas no acaban aquí: mitigan el deseo de inmigrar de la población de origen, llegan de forma directa -sin deudas ni obligaciones fiscales futuras- y suponen unos ingresos estables que no conocen crisis, explicó durante una ponencia sobre la cuestión el responsable de Union Postal Universal de Naciones Unidas, Thomas E. Leavey.

La directora gerente del Banco Mundial, Mamphela Ramphele, destacó que en algunas zonas del mundo estas remesas superan a las inversiones extranjeras o a las ayudas al desarrollo y constituyen altísimos porcentajes de sus productos interiores brutos. Diferentes estudios los sitúan hasta en el 30%, siempre a partir de estudios extraoficiales.

Por países, encabeza la emisión de dinero Estados Unidos, donde los inmigrantes ahorran y transfieren remesas por valor de 28.400 millones de dólares anuales, seguido de Arabia Saudí (15.100 millones) y Alemania (8.200 millones). En México, estos envíos ascienden a 14.000 millones de dólares anuales y aunque sólo representen entre el 2% y 3% de su PIB, es la segunda fuente de ingresos de divisas del país, dijo ayer Jorge Santibáñez, presidente del Colegio de la Frontera Norte de México.

Doble discurso

Santibáñez criticó el "doble discurso" que, a su juicio, tiene el Gobierno mexicano: "

Propicia la salida de sus ciudadanos, les pide que mantengan sus tradiciones en Estados Unidos, que envíen dinero a sus familias y que no regresen".

El presidente del Colegio de la Frontera Norte también denunció lo que él considera "desfase" entre las políticas de inmigración de los gobiernos y la realidad social. "Los gobiernos van en dirección opuesta y distorsionan el movimiento migratorio", señaló. En este sentido criticó la asociación que se hace en Estados Unidos, donde hay 25 millones de inmigrantes de origen mexicano, entre inmigración y terrorismo. "En algunas zonas fronterizas de tan sólo 40 kilómetros hay hasta 2.500 agentes, un dispositivo típico de una zona en conflicto", añadió Santibáñez para poner un ejemplo concreto del fenómeno.

La realidad de la feminización de la inmigración fue puesta de manifiesto ayer

por el nigeriano Aderanti Adepoju, representante del Centro de Desarrollo de Recursos Humanos de Lagos. Adepoju explicó que en el continente africano cada vez hay más mujeres que deciden emigrar y que incluso muchas veces el hombre se queda en casa cuidando de la familia, cuando hace unos años la situación era al revés. El tráfico de mujeres y niñas es la parte oscura de este creciente fenómeno, apuntó Aderanti Adepoju.