La mirada infantil
Lo mejor de la película Spy Kids 3-D es el prepartido. La parafernalia. La entrada incluye unas gafas de cartón con una gomilla de careta y un cristal rojo y otro azul.
El cine está abarrotado de críos con una sonrisa de oreja a oreja. Así que el cronista decide quitarse las gafas de crítico para colocarse las de niño.
Pero comienza la película y es como el que va por primera vez al fútbol y se tiene que conformar con comerse las pipas porque el partido es un horror.
Spy Kids ha llegado a su tercera entrega. Increíble.
Aquí, como no hay nada original que contar, echan mano de las antiguas gafas de tres dimensiones y cuela hasta el minuto treinta.
Cuando la novedad de la visión se convierte en un pensamiento centrado en la solicitud de cita para el oculista más cercano, la película toca ya a su fin.
SPY KIDS 3-D
Dirección: Robert Rodríguez. Intérpretes: Daryl Sabara, Salma Hayek, Sylvester Stallone. Género: infantil. Estados Unidos, 2003. Duración: 84 minutos.
Porque no hay película, sólo un videojuego de la playstation con un guión invisible, más un puñado de cameos supuestamente graciosos.
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