El sistema 'relámpago'
El holandés Maurits Hendricks, seleccionador de España, explica su innovadora táctica
Treinta años después de que sus compatriotas inventaran el fútbol total, el holandés Maurits Hendricks ha inventado el hockey relámpago o el sistema de presión total. A sus 41 años, después de haber ganado dos títulos olímpicos como seleccionador de Holanda, no ha perdido el gusto por estudiar nuevas alternativas tácticas y habla de ellas con un entusiasmo infantil. Hoy se recortará la barba, se pondrá su traje marrón y sus zapatos de diseño y dirigirá a España en un terreno que se conoce de memoria: una semifinal, la tercera consecutiva que afronta. El rival será Australia, el equipo al que Hendricks venció precisamente en su semifinal de Sidney.
El sistema Blitz [del alemán blitzkrieg, guerra-relámpago]", dice Hendricks, "consiste en que tu equipo parece muy defensivo, pero, de repente, salen dos delanteros y un centrocampista que aíslan al jugador contrario que tiene la bola de forma que no pueda pasarla. En vez de jugar a base de presión, con lo que el rival ve que tú subes con todos, te vas atrás, muestras una imagen tranquila y, de pronto, haces el blitz. Si haces la presión arriba, el adversario puede romperla y contragolpear. De esta manera, tú te repliegas y, en un momento dado, muy bien coordinado por todos, salimos".
"El equipo se va atrás y parece defensivo, pero de repente presiona con todos los jugadores"
"Ningún conjunto está haciendo lo que España", concluye Hendricks; "es muy duro porque jugamos con esquemas de presión con diez hombres que montan triángulos en forma de mariposa. Cuando nos defendemos, de golpe, hay una señal que puede venir de muchas situaciones y todo el equipo tiene que presionar al contrario en su parte. Siempre se tiene que hacer con diez. Si falta uno, no funciona. Es un sistema de presión total. Luego, en posesión de la bola, estamos intentando aprovechar el hecho de que en el hockey no hay fuera de juego. En vez de jugar con tres delanteros en el mismo plano, con dos extremos y un delantero centro, saco a uno del plano. Sin fuera de juego, lo importante no es la amplitud, sino la línea vertical. Con tres delanteros centro en diferentes planos, el equipo tiene seis líneas y está estirado por todo el terreno. Esto hace correr mucho porque las distancias son bestiales. Pero es un estilo muy abierto, muy atractivo, y muy ofensivo".
Para ejecutar el hockey relámpago el técnico dispone de cuatro elementos básicos: tres delanteros rápidos, capaces robar la bola y desequilibrar sin dejar reaccionar al adversario; un medio centro de gran talento táctico; un delantero que reconvirtió a centrocampista para apoyar a los puntas, y un centrocampista de gran visión que hizo líbero para gestionar la bola desde la salida, en corto o en largo.
"Kiko Fàbregas es el eje, el medio centro", explica Hendricks; "en posesión, si le hacen marcaje individual, se va a la banda para crear espacios en el centro. Con nuestros delanteros, si el rival permite espacios ahí, está muerto. En posesión, le necesito cerca de la defensa para recibir y no perder la bola. Desde ahí siempre encuentra un pase. Su papel es asegurar que salimos de la presión. En la defensa, sube. Si se ven las bolas que robamos, que luego son contraataques de Amat, Freixa y Tubau, muchas son de Kiko. Él tiene que tomar la decisión importante; dejar su marcaje y ¡raaaack!: robar y dársela a un delantero. La prioridad en mi filosofía es presionar la bola, incluso a costa de dejar tu marcaje. Si tu prioridad es el marcaje individual, la iniciativa la tiene el rival. Esto te cansa mentalmente".
Junto a Fàbregas, Hendricks puso al capitán, Escarré: "Joan ha sido delantero toda su vida y lo hemos trasladado al medio campo porque entiende a los delanteros más que nadie. España tiene unos delanteros preciosos y necesito alguien en el medio que los entienda de verdad: ¿cómo quieren la bola, dónde, cuándo, a qué velocidad? ¿Qué le voy a explicar yo a Joan? ¡Soy yo el que necesito entender cómo juegan ellos!".
El sistema se remata con Rodrigo Garza, un chico del que Hendricks dice que tiene "una mentalidad muy libre". Quizás por eso lo retrasó a la posición de líbero. "Garza", dice, "entiende cuándo subir y meterse en la espalda de Kiko y Joan. Ahí siempre hay poco espacio, mucha presión, y necesitas cobertura. Necesitas saber cuándo elaborar por el medio campo y cuándo saltártelo para pasar directamente a los delanteros".
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