Detenidos otros 27 'okupas' en un nuevo desalojo en Pamplona

Un total de 27 okupas fueron detenidos ayer en Pamplona tras desalojar la Policía Municipal la antigua iglesia desacralizada de Jesús y María, ocupada el sábado en respuesta al derribo de un antiguo local juvenil. Varios testigos señalaron que una furgoneta blanca sin distintivos policiales se acercó sobre las 8.30 hasta la puerta de la iglesia, en el casco antiguo de la ciudad y distante apenas 200 metros del citado local derruido. Aprovechando la entrada de un miembro de la asociación de vecinos, una veintena de agentes locales que aguardaban en el vehículo penetraron en el antiguo templo.

Durante más de dos horas, la policía fue identificando y deteniendo a sus ocupantes, que opusieron resistencia. Un 30% de ellos ya había sido desalojado la pasada semana del antiguo frontón Euskal Jai. Uno de los jóvenes logró encaramarse al campanario, de donde los agentes le bajaron con una grúa. Patrullas del Cuerpo Nacional de Policía vigilaban las calles cercanas. El consistorio reiteró que el edificio, de propiedad municipal desde 2001, se convertirá en un centro de recursos para jóvenes. Sólo seis de los detenidos son pamploneses; el resto procede de otras regiones españolas y de países como Francia, Reino Unido y Colombia.

También ayer, agentes de la Policía Foral sellaron el Palacio de Mendillorri, un edificio propiedad del Gobierno navarro okupado igualmente el fin de semana. Los agentes comprobaron que el edificio se hallaba vacío y se limitaron a identificar a cuatro jóvenes, tres de ellos menores, que se encontraban en su exterior. El inmueble está en desuso y sólo una pequeña zona es utilizada como almacén para materiales de jardinería. Según informó el Gobierno regional, la Policía Foral retiró del inmueble material para hacer pintadas y lo precintó para evitar nuevas entradas.

El vicepresidente regional, Francisco Iribarren, recalcó que su Ejecutivo actuará contra cualquier ocupación ilegal de sus inmuebles. "Volveremos a desalojarlos", afirmó Iribarren. Alberto Catalán, portavoz del Gobierno de UPN, reiteró la voluntad de poner a disposición del Ayuntamiento de Pamplona "todos los medios materiales y humanos necesarios", dijo, para culminar la demolición del antiguo frontón, cuyo desalojo fue el detonante de disturbios callejeros y la posterior ocupación de tres nuevos inmuebles abandonados.

Un grupo indeterminado de personas permanece desde el mismo sábado en una vieja nave industrial en el barrio de Rochapea. Además, otra veintena de jóvenes okupa desde hace dos semanas un chalé abandonado en el barrio de Iturrama. Los propietarios privados de ambos solares son los únicos capacitados para solicitar al juez su desalojo.