Caída de Devers
El rostro desencajado por el dolor de Gail Devers reflejó una frustración tremenda. La del trabajo de cuatro años echado por la borda a las primeras de cambio. La estadounidense, de 37 años, acabó ayer de la manera más triste su quinta participación en unos Juegos. Situada en la sexta serie de la primera eliminatoria de los 100 metros vallas, paró su carrera después de las primeras zancadas. Cayó al suelo antes de saltar el primer obstáculo mientras su cara se descomponía por el dolor. Acababa de sufrir una rotura fibrilar en su muslo izquierdo, según su comité olímpico.
Devers, de 1,58 metros y 54 kilos, ha sido una de las grandes del atletismo en los últimos tres lustros. Oro en los 100 metros lisos de Barcelona 92 y campeona del mundo al año siguiente en Sttutgart, se pasó a los 100 vallas en los Mundiales de Gotemburgo 95. Los ganó, claro. Luego, volvió a conquistar el oro en Atlanta 96 y fue otra vez campeona del mundo en Atenas 97 y Sevilla 99. En Sidney 2000 también se lesionó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.