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Entrevista:JAMIE CULLUM | Cantante y pianista | CULTURA Y ESPECTÁCULOS

"Toco cosas de Cole Porter y temas de Radiohead"

Es el fenómeno musical del 2004 a ambos lados del Atlántico y comienza a darse a conocer en Europa. El joven pianista, cantante y compositor de jazz británico Jamie Cullum, de 24 años, acaba de firmar por su disco Twentysomething un contrato récord en la historia del jazz europeo por un millón de libras (más de un millón y medio de euros), y ha sido uno de los triunfadores indiscutibles del reciente Festival de Montreux.

El pianista y cantante británicos se curtió en el mítico club neoyorquino The Oak Room, en el Algonquin Hotel de Manhattan, y ha sido invitado por el príncipe Carlos a tocar en el cumpleaños de la reina Isabel II de Inglaterra en el palacio de Saint James. Desde la salida de su álbum en el Reino Unido, ha vendido más de 650.000 copias, llegando al doble disco de platino y superando en ventas a Kylie Minogue, Radiohead, Pink y Enrique Iglesias.

"Algunos músicos de jazz terminan siendo 'talibanes musicales', fundamentalistas de un estilo e intolerantes con el resto"
"Yo he crecido escuchando a Kurt Cobain, pero mentía y decía que toda mi vida había escuchado a Miles Davis"

Cullum ha cursado estudios de cine y literatura inglesa, pero no teme ironizar sobre la cultura en su tema Twentysomething -"me di cuenta de que el mundo no necesita académicos"-. Es consciente de lo sorprendente de su éxito, de la medida exacta de su propio talento y de lo inusual que es la enorme apuesta que por él ha hecho el departamento de Clásica y Jazz de la multinacional Universal. Un contrato moderado en términos de las superestrellas planetarias del pop, pero imponente en el más humilde mercado de las músicas "menos comerciales".

Pregunta. ¿De dónde viene, musicalmente hablando?

Respuesta. Nunca he estudiado piano. De hecho, no soy capaz ni de leer ni de escribir música. Toco de oído... todo lo he aprendido gracias al instinto. Algún día me gustaría aprender música como corresponde.

P. En su disco hay varios temas firmados por Ben Cullum. ¿Quién es?

R. Mi hermano. A menudo hacemos cosas juntos.

P. La pregunta del millón. ¿Cómo se pasa de tocar en pizzerías y pubs a un contrato de un millón de libras?

R. Yo ya había producido dos discos en la época de las pizzerías que se vendían muy bien. Lo raro era que mis shows no eran el típico concierto de jazz: un tipo tocando el piano que sólo dice "gracias y buenas noches". Yo divertía a la gente, tocando cosas de Cole Porter y temas de Radiohead. Hubo numerosos artículos en la prensa inglesa en esa época escritos por periodistas que estaban sorprendidos de ver que muchos jovenes venían a mis conciertos, lo cual es muy inusual.

P. ¿No cree que convertir el jazz en algo demasiado accesible lo desnaturaliza y lo convierte en otra cosa?

R. No intento hacer jazz accesible, sino que procuro hacer música que me represente y con la que me siento identificado. Yo vengo del pop y del rock... son mis raíces. Al comienzo me daba mucha vergüenza decir eso cuando me entrevistaban en las revistas especializadas. Yo he crecido escuchando a Kurt Cobain, pero mentía y decía que toda mi vida había escuchado a Miles Davis. Y la realidad es que no descubrí a Miles hasta tener 17 años; hasta entonces sólo escuchaba hip-hop y pop.

P. En los últimos tres o cuatro años ha aparecido una nueva generación de músicos vinculados al jazz: Diana Krall, Norah Jones, la joven Joss Stone, Michael Buble en Canadá o Silje Nergaard en Noruega. ¿Se siente parte de este fenómeno?

R. Conozco a esa gente y, en general, me gusta. Conozco a Michael Buble, que es un tipo estupendo, pero no es el camino que yo quiero tomar. No me interesa "recrear" viejos sonidos. No me interesa en absoluto hacer un álbum con big band. En cuanto a la generación, creo que todo se mueve en ciclos. A la vez hay tanta música "antigua" que se samplea en la música actual..., pienso sobre todo en el hip-hop. Así es como yo he comenzado a escuchar jazz: sampleado en discos de hoy.

P. ¿Le interesa entonces la música de hoy?

R. Totalmente. De hecho, me atrevería a decir que casi exclusivamente. Todo lo que pasa en el hip-hop, en la música pop, en el rock me interesa enormemente. Pero soy como el protagonista de Alta fidelidad: yo amo la música, todas las músicas, punto. Me gustan Coltrane y Sonic Youth, los Sex Pistols y Chet Baker o PJ Harvey. De hecho, muchos periodistas especializados en música no aman la música. Aman sólo una música, un estilo. Los músicos de jazz en general terminan siendo talibanes musicales, fundamentalistas de un credo artístico e intolerantes con el resto. A menudo es más fácil trabajar con músicos de formación clásica. Son más abiertos.

P. Su disco ha sido grabado con medios analógicos. ¿Está en contra de la grabación digital?

R. No. Yo no, pero mi productor sí. Éste es un álbum acústico, grabado íntegramente en directo en el estudio. Todos los músicos estábamos en el sala de grabación al mismo tiempo y no necesitamos retoques digitales.

P. En Francia, una cantante bastante famosa decía que hacen falta al menos diez años de "remar en las galeras" antes de llegar a hacer nada que valga la pena de ser escuchado. No es lo que pasa ahora, donde triunfan los programas televisivos para lanzar a nuevos cantantes...

R. Absolutamente de acuerdo. En estas academias que montan en televisión la gente aprende a cantar y trabajan con buenos músicos. Algunos incluso tienen buenas voces, pero luego se quiebran. No están acostumbrados a viajar, a cantar cada noche, a estar lejos de casa. ¿Por qué? Simplemente, porque no están preparados. No tienen la experiencia. A pesar de todo, en Inglaterra, el ganador del concurso, Will Young, sacó un disco justo al terminar el programa que fue un desastre, pero un año más tarde sacó un disco más tranquilo, sin tanta presión, con sus propias canciones. Sin duda, un gran progreso, un disco mucho más interesante, lo cual demuestra que no es imposible que, a veces, salga algo bueno de allí.

P. ¿Qué piensa de Londres?

R. Para un músico es fantástico. La cima de todo. Pasan muchas cosas que la gente no sabe, hay una gran escena de hip-hop, hay un excelente reggae underground, el jazz también se mueve. Grandes pinchadiscos, excelente música electrónica. Hay mucho trabajo para un buen músico. ¡El problema es que es muy difícil de encontrar porque es tan caro moverse por Londres! La escena londinense se mueve cada vez más y más lejos del centro. Tan lejos que pronto va a llegar a Essex, porque en Londres sólo pueden sobrevivir dos tipos de personas: los que tienen una fuerte personalidad y los que tienen una fuerte cuenta bancaria.

Jamie Cullum, en el Festival de Jazz de Montreux.
Jamie Cullum, en el Festival de Jazz de Montreux.DANIEL BALMAT

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